El primer ministro sueco, el socialdemócrata Stefan Lofven, que lleva solo dos meses en el poder, anunció ayer que convocará elecciones anticipadas para el próximo 22 de marzo, minutos después de que el Parlamento rechazara el proyecto de presupuestos del Estado para el 2015 presentado por el Gobierno.

La crisis se desató cuando el partido de extrema derecha y xenófobo Demócratas de Suecia (SD), tercera fuerza del país y a la que el resto de partidos hace el vacío, anunció que votaría a favor de la propuesta de la opositora y centroderechista Alianza (compuesta por los conservadores, el centro agrario, los liberales y los cristianodemócratas). SD rompió así su práctica habitual de abstenerse. Los ultras tomaron esta decisión por considerar que los presupuestos del Gobierno favorecían la inmigración y reforzaban la generosa política de asilo de Suecia.

REUNIÓN DE URGENCIA

El Gobierno de centroizquierda sueco, surgido de las elecciones del pasado septiembre, cae así ante la primera crisis que se le ha presentado. Lofven había convocado el martes por la noche una reunión de urgencia con los líderes de la oposición (excluyendo a SD) en busca de apoyos para salvar las cuentas, pero los centroderechistas rechazaron negociar unos presupuestos de compromiso.

La coalición gubernamental (socialdemócratas y verdes) solo cuenta con 138 de los 349 escaños del Parlamento, frente a los 141 de la Alianza y los 49 de SD. El apoyo externo del Partido de Izquierda (21 escaños), que respaldó el presupuesto, hubiera sido suficiente si los ultras se hubieran abstenido. Lofven criticó ayer al centroderecha por no querer renegociar los presupuestos y no asumir su «responsabilidad» para frenar la influencia de los ultras.

Lofven tendrá que esperar hasta el próximo día 29 para convocar formalmente las elecciones, cuando se cumplan los tres meses de Gobierno exigidos por la ley.