"Trump, desbloquea a Venezuela". El madurismo lanzó la consigna y quiere demostrar su fuerza en las calles con una nueva movilización que responda no solo a las durísimas sanciones dispuestas por la Casa Blanca sino al encuentro de representantes de más de 50 países en Lima en el que se intentó esbozar una hoja de ruta para desalojar del Palacio de Miraflores a Nicolás Maduro. En rigor no fue un intercambio sino un monólogo, el John Bolton, el asesor de Seguridad Nacional de Donald Trump. Todo lo demás que se dijo y discutió quedó en un segundo e irrelevante plano. Bolton aseguró ante las delegaciones, que incluían a la de la UE, que las medidas tomadas contra Caracas tienen su antecedentes en las que se dictaron contra Manuel Noriega antes de la invasión militar a Panamá, en 1988; Nicaragua en 1985 y "la congelación integral de bienes y el embargo comercial de Cuba" vigente desde 1962. Washington, sugirió, todavía se guarda acciones más duras. "Estados Unidos ha usado herramientas similares o incluso más agresivas que estas en Irán, Corea del Norte y Siria. Ahora Venezuela es parte de este muy exclusivo club de Estados canallas".

La admnistración Trump contempla perseguir a cualquier institución o individuo extranjero "que provea apoyo, bienes o servicios a cualquiera" de las personas pertenecientes al régimen de Maduro que fueron incluidas en los listados elaborados por Estados Unidos. Bolton apuntó especialmente contra Rusia y China, los aliados políticos de Maduro. "No hay necesidad de arriesgar sus intereses económicos con los Estados Unidos por intentar beneficiarse de un régimen corrupto y moribundo". El asesor presidencial lanzó de seguido su admonición. "Le decimos a Rusia y especialmente a aquellos que controlan sus finanzas: no suban las acciones en una mala apuesta. Y a China, que ya está desesperada por recobrar sus pérdidas financieras (de Venezuela), la ruta más fácil para cobrar su deuda es apoyar el nuevo Gobierno legítimo".

Para Bolton, los intentos de diálogo entre el madurismo y la oposición que patrocina Noruega carecen de relevancia. El futuro venezolano ya ha sido diseñado en Washington. El secretario de Comercio Wilbur Ross habló en la conferencia celebrada en Lima sobre planes norteamericanos para "el día después". Cuando el madurismo sea historia, lloverán las inversiones y Venezuela recuperará su economía maltrecha.

LA POSICIÓN RUSA

"Los países que están realmente interesados en el retorno de Venezuela a la senda de la prosperidad deben respetar los estatutos de la ONU y buscar vías para el arreglo político de la situación en Venezuela", dijo un portavoz de la Cancillería rusa citado por la agencia RIA Nóvosti. Muscú pidió además que Estados Unidos levante el bloqueo. "Rusia llama a renunciar a las sanciones ilegítimas". Según esa fuente, "los países que están realmente interesados en el retorno de Venezuela a la senda de la prosperidad" deben "buscar vías para el arreglo político".

LOS PROBLEMAS CON LA COMIDA

Bolton garantizó que las "cuidadosas medidas" puestas en marcha no buscan afectar las necesidades básicas de una Venezuela exhausta. Sin embargo, el ministro de Exteriores Jorge Arreaza adelantó que se "van afectar" las políticas de distribución de alimentos básicos entre los sectores de bajos recursos. Los llamados Comités Locales de Abastecimiento y Producción (CLAP) son considerados por la oposición y hasta el chavismo disidente un instrumento de clientelismo político. Su posible derrumbe, dijo Arreaza, será responsabilidad noteamericana. "Estados Unidos nos espía, viola el derecho internacional y lo reconoce abiertamente, por lo que lo acusamos completamente", dijo desde Caracas en rueda de prensa. Arreaza admitió que "los efectos de las sanciones ya se están sintiendo, no solo por el bloqueo económico sino que también se la pasan persiguiendo a los buques venezolanos que traen mercancía internacional".

Venezuela envió una carta al Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) y al secretario general, António Guterres, para exigir la condena de estas medidas. De acuerdo con el Palacio de Miraflores, las sanciones contra Caracas se iniciaron en 2015 con la orden de Barack Obama de declarar al país sudamericano una "amenaza inusual" para EE.UU.