El Gobierno de coalición encabezado por Angela Merkel ha aprobado este miércoles la jubilación a los 63 años, después de una vida laboral de 45. La medida, que está contenida en el acuerdo de coalición entre los socialdemócratas (SPD) y los cristianodemócratas de la cancillera, supone una excepción a la norma, que continuará en vigor, que eleva progresivamente la edad de jubilación hasta los 67 años.

La ministra de Trabajo, la socialdemócrata Andrea Nahles, ha defendido la reforma como una medida justa, ya que beneficia a las personas que iniciaron su vida laboral a los 18 años y han continuado en el mercado laboral durante 45. "No es un regalo, se lo merecen", ha dicho Nahles, que hasta su nombramiento como ministra había sido secretaria general del SPD.

La normativa deberá ser aprobada pronto en el Parlamento, ya que el Gobierno quiere que se aplique partir del 1 de julio. El coste, que se calcula entre 9.000 y 11.000 millones de euros anuales hasta el 2030, se financiará con las reservas del seguro obligatorio de jubilación.

Críticas del excanciller Schröder

El plan de la gran coalición ha sido criticado por el excanciller socialdemócrata Gerhard Schröder, que en el año 2003, cuando gobernaba con Los Verdes, aprobó la jubilación a los 67 años, dentro del paquete de recortes sociales, conocido como Agenda 2010.

Schröder considera que permitir la jubilación anticipada a los 63 años puede ser recibida como una contradicción en la UE, ya que el Gobierno alemán les pide reformas estructurales, como la jubilación a los 67. Por su parte, Angela Merkel ha defendido la reforma como una medida de carácter humanitario hacia los más débiles.