Alguien ha definido a Venezuela como un país en guerra civil fría. El clima de violencia extrema ha dado un paso más con este asesinato, con la particularidad de que el atentado político no era habitual en la estrategia del terror. Este acto terrorista no augura más que una espiral del conflicto-terror en un país envuelto en la paradoja. La quinta potencia exportadora de petróleo es una nación en carne viva vigilada de cerca por la Administración de Bush. Los oponentes de Chávez dicen, con trágica ironía, que la deuda que le está dejando al país no es externa, sino eterna.*Periodista.