Un par de horas antes de que el presidente de Estados Unidos lanzara desde la sala diplomática de la Casa Blanca una llamada a la “unidad” tras el tiroteo contra congresistas en Alexandria, y cuando aún no había información oficial sobre la autoría ni la motivación, su hijo mayor, Donald Trump Jr., retuiteaba en la red social un mensaje: “Hechos como los de hoy son EXACTAMENTE por lo que nos manifestamos contra élites neoyorquinas glorificando el asesinato de su presidente”.

Era una referencia a la representación en Central Park de 'Julio César' que ha provocado la indignación de muchos conservadores y la retirada de dos patrocinadores (Delta y Bank of America), indiferentes al hecho de que el texto sea el original de William Shakespeare, furiosos porque en la adaptación el protagonista sea una clara representación del presidente Trump.

DIVISIÓN RADICAL

La polémica por la pieza, no obstante, es solo una muestra de la escalada de tensión en la guerra retórica abierta entre la izquierda y la derecha en Estados Unidos, una división cada vez más radical que se está traduciendo no solo en encendidos enfrentamientos dialécticos en internet y en las redes sociales o en los medios, sino que ha cobrado forma en enfrentamientos físicos en campus universitarios o en manifestaciones.

Este miércoles, con Alexandria, ha sido la derecha quien ha responsabilizado a la izquierda. En la cadena Fox Newt Gingrich, 'exspeaker' de la Cámara Baja y aliado de Trump, denunciaba que “desde la noche electoral se ha ido construyendo una creciente intensidad de hostilidad de la izquierda” y denunciaba no solo el 'Julio César', sino también la polémica foto en que la cómica Kathy Griffin apareció con una cabeza decapitada de Trump y a “líderes demócratas nacionales tan enfadados que usan vulgaridades”.

Un mensaje similar ha lanzado el congresista republicano de Wisconsin Sean Duffy. “¿Cómo podemos no mirar al lenguaje, las obras, las fotos?”, se ha preguntado, también en Fox. “Básicamente hay un segmento de los medios que cree que está bien hablar de violencia contra los republicanos y se ríen de ello y piensan que es divertido. Hay un nivel de falta de respeto y violencia que sigue escalando. Y las consecuencias naturales de esta escalada son más violencia”.

DOS BANDOS

Es la crítica que se ha repetido también este miércoles en prácticamente todos los medios y cuentas en redes sociales de conservadores y de la derecha alternativa, frente a los que algunos en la izquierda han recordado que en el combate hay dos bandos. Subrayan el lenguaje agresivo e incitador de la violencia de Trump durante toda la campaña, lo vinculan también al aumento de crímenes contra musulmanes (en su nivel más alto desde el 2001) y denuncian mensajes como el que la semana pasada lanzó su hijo Eric, que dijo en Fox que los demócratas “ni siquiera son personas”.

Son dos burbujas. Cada vez más grandes. Cada vez más a punto de estallar.