Alemania ha sufrido uno de los mayores ataques informáticos de su historia, que ha afectado a cientos de políticos, incluida la cancillera Angela Merkel, y a otras numerosas figuras públicas, como artistas y periodistas. El Gobierno calificó ayer el asalto en la red de acto «grave» contra las instituciones democráticas.

Según el portavoz del Ministerio de Interior, Sören Schmitz, la dimensión del ataque no se conoció hasta la noche del jueves, aunque la publicación de los datos se había iniciado antes de Navidad en una cuenta de Twitter, con cerca de 17.000 seguidores y en formato digital del tradicional calendario de Adviento.

Hasta el momento no se ha detectado que los hackers, al cierre de esta edición aún todavía no identificados, hayan difundido datos políticamente sensibles del Gobierno pero sí han publicado parte de la correspondencia de Merkel, así como comunicaciones de otros políticos. Las redes del Gobierno, por lo que se sabe hasta ahora, no se han visto afectadas, indicó la Oficina Federal para la Seguridad Informática (BSI).

Según el Gobierno, es posible que buena parte de los datos sean auténticos pero también se han detectado datos falsificados. Asimismo se sabe que mientras parte de las informaciones son actuales, hay otras que ya no están vigentes. Entre los más afectados está el copresidente del partido Los Verdes Robert Habeck, de quien se han publicado en las redes sociales protocolos de conversaciones con su esposa.

MOTIVACIÓN POLÍTICA

Entre los datos a los que tuvieron acceso los hackers hay números de móviles y direcciones postales. También fueron difundidos documentos internos de los partidos, documentos bancarios personales e informaciones sensibles sobre el entorno familiar. Los partidos fueron informados del ataque, según los medios alemanes, y han iniciado sus propias investigaciones. Los Verdes han pedido una sesión extraordinaria de la Comisión de Interior, mientras que el secretario general del Partido Socialdemócrata (SPD), Lars Klingbeil, dijo que tenía que aclararse si ha habido una motivación política.

Según la mayoría de los medios alemanes, el único partido que no afectado por el ataque es la agrupación ultraderechista Alternativa por Alemania (AfD) aunque el Gobierno no ha querido confirmarlo.

Además de datos de diputados en el Bundestag y en los parlamentos regionales, el diario Bild habla de que se ha difundido información de cientos de políticos, entre ellos también el presidente alemán, Frank Walter Steinmeier, así como de artistas, periodistas de la televisión pública y representantes de oenegés.

Los casos más notables fuera de la política son los del periodista deportivo Hajo Seppelt, que destapó el escándalo del dopaje sistemático en Rusia, y el del humorista Jan Bohmermann, que generó en su momento tensiones diplomáticas entre Alemania y Turquía por una sátira contra el presidente turco, Recep Tayyip Erdogan. Entre los datos del humorista Bohmermann publicados en la redes sociales hay fotos de sus hijos. También hay músicos afectados, como los raperos Marteria y Casper o los miembros de la banda de rock K.I.Z. Los servicios secretos alemanes han asumido la investigación en colaboración con servicios secretos de otros países.