El mariscal de campo Jalifa Hafter, leal a las autoridades asentadas en el este de Libia, ha instado a sus tropas a perseguir y acabar con las fuerzas enemigas y ha asegurado que el Ramadán es "un mes para hacer la yihad".

Según ha indicado un portavoz de las fuerzas del este de Libia, Hafter ha recordado que los enfrentamientos en las localidades de Benghazi y Derna, no se detuvieron en anteriores ocasiones con motivo del Ramadán, que tendrá lugar hasta el 4 de junio. "Soldados, les saludo en estos días gloriosos y les pido que enseñen con fuerza y determinación una mayor lección al enemigo hasta que lo expulsemos de nuestra querida tierra", ha manifestado el general.

BATALLAS CONTRA EL TERRORISMO

En este sentido, ha recalcado que las "batallas contra el terrorismo en Benghazi y Derna no han parado durante el mes de Ramadán sino que han servido para aumentar la determinación y la fuerza en este mes sagrado".

Las palabras de Hafter, que ha tildado la ofensiva de "contraterrorismo", han tenido lugar horas después de que la Misión de Apoyo de Naciones Unidas en Libia (UNSMIL) instara a alcanzar una tregua humanitaria tras un mes de enfrentamientos.

"La UNSMIL (...) pide una tregua humanitaria de una semana prorrogable a partir de las 4.00 horas del primer día del Ramadán, 6 de mayo, conforme al espíritu de este mes y la Convención de los Derechos Humanos en la que todas las partes se comprometan al cese de todo tipo de operaciones militares, incluidas el reconocimiento, el bombardeo, las operaciones de francotirador y la movilización de fuerzas", señala el comunicado de la UNSMIL.

CONFLICTO ARMADO SANGRIENTO

El oeste de Libia se enfrenta a un intenso conflicto armado desde que comenzó la ofensiva del Ejército Nacional Libio, que encabeza Hafter, sobre la capital, Trípoli. Desde el inicio de la ofensiva, el pasado 4 de abril, han muerto 392 personas y cerca de 2.000 han resultado heridas. Otras 50.000 se han visto obligadas a huir de sus hogares debido a la violencia.

Libia lleva sumida en el caos desde la caída del régimen de Muamar Gadafi en 2011 a raíz de un levantamiento popular y de la intervención de la OTAN. En la actualidad, cuenta con dos gobiernos, el afincado en Trípoli y reconocido a nivel internacional, y el que tiene su sede en Tobruk, en el este, al que respalda Hafter.

En los últimos años, el mariscal de campo ha ido aumentando su control sobre amplias zonas de Libia. La nueva campaña de las fuerzas de Hafter se produce antes de una conferencia organizada por la ONU que se celebrará este mes con vistas a la reconciliación en el país.