A instancias de España, la propuesta irlandesa incluye un párrafo que permite traducir la Constitución a las lenguas cooficiales. Plantea una declaración anexa que expresa que la UE "está comprometida con la diversidad cultural de Europa". Pero no recoge la pretensión de Zapatero de que catalanes, gallegos o vascos puedan dirigirse en su lengua a las instituciones comunitarias. Moratinos considera que se ha abierto una puerta en la Unión Europea y en España. "Hemos roto el tabú, que en España es lo que más cuesta", dijo.