La alcaldesa de París, la socialista de origen gaditano Anne Hidalgo, estudia crear una policía municipal armada para hacer frente a la inseguridad de una ciudad que visitan millones de turistas y que vive, como el resto del país, bajo la espada de Damocles de la amenaza terrorista. Aunque hasta ahora no era partidaria de la idea, Hidalgo parece haber cambiado de opinión y la medida podría formar parte de las propuestas que hará a principios del próximo año con la vista puesta en las elecciones municipales del 2020, según revela el diario Le Monde.

A diferencia de otras ciudades, donde el prefecto de policía depende del Ayuntamiento, en París la seguridad es una competencia exclusiva de la Policía nacional porque la legislación refleja no solo la desconfianza histórica del poder central hacia las autoridades parisinas que tantas veces se rebelaron en su contra sino el hecho de que la capital alberga las instituciones de la República, las representaciones diplomáticas y los lugares de manifestación nacional de cuya seguridad se encarga el Estado.

Hidalgo quiere arañar poder al prefecto, alineándose con algunos diputados parisinos de la derecha que reclaman desde hace tiempo una ley para crear una policía municipal. Según el rotativo vespertino, dicho informe plantea una nueva ley facultando explícitamente a los agentes parisinos que ahora solo se encargan de penalizar comportamientos incívicos a llevar armas, o bien conceder a estos vigilantes municipales el estatus de policías locales. En ambos casos, París necesitaría el visto bueno del Gobierno.

TRÁFICO Y RUIDO

El consistorio creó en el 2016 un cuerpo al que fueron transferidos 1.200 agentes dedicados a regular la circulación y poner multas a los vehículos mal aparcados. También hay 900 inspectores de seguridad para velar, con escaso éxito por cierto, por la limpieza de las calles e impedir los excesos sonoros.