Holanda espera que sus expertos puedan volver al este de Ucrania antes de la llegada del invierno para seguir buscando restos humanos y materiales del vuelo de Malaysia Airlines que se estrelló el pasado 17 de julio, dijo hoy el jefe de la lucha antiterrorista de este país, Dick Schoof.

La misión de búsqueda y repatriación de restos del avión tuvo que ser suspendida de manera temporal el 6 de agosto debido al deterioro de la seguridad en la zona, donde combaten el Ejército de Ucrania y los separatistas prorrusos.

No obstante, Schoof indicó que se considera que la mayor parte de las pertenencias de las víctimas y los restos humanos ya han sido enviados a Holanda, en declaraciones que recoge la agencia local ANP.

Dos equipos de unos treinta expertos permanecen en Kiev y Járkov, base logística de la misión, para asegurarse de que los objetos que la población local encuentre en los próximos días lleguen a Holanda.

Los separatistas prorrusos aseguraron hoy que ya han entregado a las autoridades ucranianas los restos mortales y pertenencias de todas las víctimas del vuelo.

El Boeing-777 de Malaysia Airlines que cubría la ruta entre Amsterdam y Kuala Lumpur fue derribado en julio presuntamente por un misil tierra-aire cuando sobrevolaba la zona del este de Ucrania escenario de combates entre el Ejército ucraniano y los rebeldes prorrusos.

La investigación sobre las causas del suceso, que se desarrolla en paralelo a las tareas de repatriación e identificación de cadáveres, continuará ahora en Holanda, después del regreso de los expertos sobre el terreno.

El primer ministro de Australia, Tony Abbott, de visita oficial en Holanda, depositó hoy una corona de flores en la base militar de Hilversum (norte del país), donde se lleva a cabo el proceso de identificación de los restos llegados desde Ucrania.

De las 298 personas que viajaban a bordo del avión siniestrado, 196 eran holandeses y 38 procedían de Australia.

Abbott, cuyo país colabora estrechamente en las labores de identificación y repatriación, se reunió con el primer ministro holandés, Mark Rutte, y otros miembros del Ejecutivo holandés.