El presidente de Francia, François Hollande, deberá hacer frente este martes a las 16.30 horas a las preguntas sobre su relación extramarital con la actriz Julie Gayet que le harán los 500 periodistas convocados a una rueda de prensa que en principio estaba pensada para anunciar medidas económicas y relanzar el mandato del jefe del Elíseo, que no pasaba por su mejor momento.

Aunque cuando trascendió la noticia a través de la revista 'Closer', Hollande reclamó respeto a su vida privada, las últimas revelaciones del escándalo, que apuntan a que el presidente utilizó para sus citas secretas con Gayet un apartamento vinculado a la mafia corsa han hecho que el asunto derive en un escándalo político que, además, ha puesto en evidencia fallos en los servicios de seguridad del dirigente. Este se dirigía a los encuentos con su amante en una moto oficial conducida por un escolta y tras una rápida supervisión del lugar por parte del guardaespaldas.

El 'afer Gayet' supone pues un elemento más en el descontento de los franceses con su presidente que se suma a la presión fiscal o a la tasa de paro. Según un sondeo de Ipsos/Le Point publicado este lunes, un 74% de los encuestados valora negativamente la gestión del líder socialista. Otro sondeo, publicado el domingo, señalaba que un 77% de los franceses creen que este escándalo forma parte de la vida privada del presidente.

Es previsible que Hollande intente difuminar o rebajar el eco de su relación extramarital, que ha supuesto la hospitalización de su pareja, Valérie Trierweiler, y, según miembros del entorno presidencial, buscará hablar de Francia y de los temas que preocupan a los franceses. "El objetivo de la rueda de prensa en hablar de Francia, del crecimiento, del empleo, de inversiones, no de hablar de lo que publica una revista", ha señalado el ministro de Agricultura, Stéphane Le Foll.

Ségolène Royal, excompañera de Hollande y madre de sus cuatro hijos, a la que este abandonó por Trierweiler, también ha llamado a "pasar página y ponerse a trabajar".