La violenta respuesta de la policía a una concentración pacífica el sábado en Londres en memoria de Sarah Everard, la mujer cuyo presunto asesino es un agente de las fuerzas policiales, ha provocado una ola de repulsa y peticiones de dimisión de la máxima responsable de la Policía Metropolitana, Cressida Dick. El primer ministro, Boris Johnson, habló este domingo con Dick, mientras cientos de personas se congregaban a la puerta de la sede de New Scotland Yard para protestar por el comportamiento policial la noche anterior. A última hora Dick hizo saber que no está considerando dimitir y defendió a los agentes que se hallaron "en una posición muy difícil".

"Ninguno de nosotros hubiera querido ver las escenas que vimos ayer", señaló en un comunicado. Dick dijo entender perfectamente, como mujer que es, "por qué tanta gente quería acudir a presentar sus respetos y dejar constancia de ello". "Si hubiera sido una vigilia y hubiera sido legal, hubiera estado allí", añadió. La ministra del Interior, Priti Patel, que mantiene unas tensas relaciones con la jefa de la policía, ha encargado un informe a otro alto mando policial, Tom Windsor, sobre los incidentes en Clapham Common, donde Everard fue vista con vida por última vez a principios de este mes.

Maltrato y falta de tacto

Cientos de personas, en su mayoría mujeres, se acercaron al lugar para depositar ramos de flores y mensajes de indignación por el crimen machista. Una de ellas, con máxima discreción, fue Catalina, la duquesa de Cambridge. La vigilia al aire libre no había sido autorizada por las restricciones actuales del covid. Al ponerse el sol, cuando los concentrados encendieron velas y luces en los móviles, decenas de agentes comenzaron a dispersar a las presentes, impidieron que algunas de ellas tomaran la palabra y realizaron varias detenciones entre gritos y escenas caóticas, mientras un helicóptero sobrevolaba el lugar.

La foto de una joven, Patsy Stevenson, boca abajo en el suelo con las manos a la espalda esposada y dos agentes sujetándola, ocupaba la portada de los dominicales y era compartida miles de veces en las redes sociales. Stevenson, de 28 años, dijo después que no sabía aún por qué la habían detenido, anunció que piensa recurrir la multa que le han impuesto, e hizo un llamamiento para protestar este lunes en la plaza del Parlamento.

La falta de tacto de las fuerzas de seguridad en un caso tan delicado ha provocado un fuerte rechazado, que ha venido a sumarse a la revulsión por el asesinato de Everard cuando volvía a su casa andando, del que ha sido inculpado el agente Wyane Couzens. El movimiento ReclaimTheseSreets (Reclama estas calles), que en principio había hecho la convocatoria y más tarde la anuló cuando no obtuvo la autorización, condenó la actuación de los policías que "maltrataron físicamente a mujeres durante una vigilia contra la violencia masculina". El alcalde laborista de Londres, Sadiq Kahn, pidió explicaciones sobre lo ocurrido, mientras los liberales demócratas exigieron la dimisión de la máxima responsable de la Policía Metropolitana.

Hace semanas que arrecian los rumores sobre la difícil relación de Dick con la ministra del Interior, quien estaría pensando en sustituirla por alguien de la línea más dura. La policía, de 60 años, es la primera mujer que, desde 2017, ocupa el más alto cargo en Scotland Yard. No dejaría de ser paradójico que una protesta contra el crimen de una mujer pusiera fin a su carrera.