El juez Brian Hutton no hizo ayer el esperado reparto de responsabilidades. El resultado de la investigación sobre la muerte del científico David Kelly sorprendió por golpear con gran contundencia a una sola de las partes implicadas. Tony Blair y sus colaboradores quedaron libres de acusaciones y sospechas al tiempo que la BBC cargaba con todas las culpas. El ministro de Defensa, Geoff Hoon, al que la prensa daba por acabado, apenas sufrió una ligera recriminación del magistrado.

En cada punto dudoso del dosier, el juez optó por conceder el beneficio de la duda al Gobierno y confiar en ministros y de funcionarios. Exultante, Blair exigió en la Cámara de los Comunes que todos los que le han acusado de mentir sobre las armas de destrucción masiva en Irak "se retracten clara, abierta y completamente". "La alegación de que yo u otros mintieron a esta Cámara o deliberadamente engañaron al país, modificando los informes de los servicios secretos es la auténtica mentira", proclamó Blair.

EN DIRECTO Tras cuatro meses de trabajo y de interrogar a 74 testigos, Hutton resumió ayer, durante dos horas ante las cámaras de televisión, los puntos fundamentales del documento de 328 páginas con sus conclusiones. En ellas, el juez reprocha al periodista de la BBC Andrew Gilligan el lanzar "acusaciones infundadas" y "graves", que "atacaban la integridad del Gobierno" cuando sugirió que había exagerado los informes de los servicios secretos.

El responsable de Defensa, Geoff Hoon, "no ofreció voluntariamente el nombre de Kelly", aunque cometió un error al no avisarle de que "su propio departamento había confirmado su nombre". El magistrado minimizó la responsabilidad de Hoon, afirmando que el experto en armamento "no era una persona a la que se pudiera ayudar o dar consejo fácilmente". Kelly, afirmó Hutton, "rompió el código de conducta de los funcionarios" al mantener contactos no autorizados con periodistas. Y, según el juez, el científico se suicidó porque perdió su autoestima y por la aflicción que le causó el ver su nombre en la prensa.

A pesar de los cambios de ciertos párrafos en los informes sobre armamento, John Scarlett, presidente del Comité Conjunto de Inteligencia, no sufrió presiones, según el magistrado Hutton, ni del jefe de comunicaciones de Blair, Alastair Campbell, ni de ninguna otra persona. "El primer ministro dijo la verdad, el Gobierno dijo la verdad, yo dije la verdad. La BBC, del presidente y el director general para abajo, no la dijeron", declaró ayer Campbell.

La familia Kelly esperaba ver al Gobierno condenado. Su abogado pidió al Ejecutivo que "tome las medidas necesarias" para que "la experiencia de Kelly no se repita".