Sin avances a la vista en las conversaciones sobre desarme que se celebran en Viena. La delegación estadounidense que participa en las negociaciones para renovar el tratado Nuevo START sobre armas nucleares estratégicas se ha aferrado a su exigencia inicial de incluir a China en las conversaciones, algo considerado "irrealista" por la contraparte rusa.

"Tienen la obligación de negociar de buena fe con nosotros y con los rusos", ha dicho en tono de exigencia Marshall Billingslea, enviado del presidente Trump para temas de desarme, durante una conferencia de prensa. "China no solo se enfrenta a nosotros y a Rusia, sino también al mundo entero", ha recalcado.

Billingslea no recibió una respuesta positiva a sus demandas de la parte del viceministro de Exteriores ruso, Andréi Ryabkov. "Les hemos explicado, de manera detallada, porqué consideramos irrealista contar con la participación de China", ha asegurado el alto funcionario en declaraciones recogidas por la agencia Ria-Nóvosti. Tampoco está Moscú por la labor de presionar a China, con cuyo Gobierno mantiene en estos momentos una excelente relación bilateral. "No utilizaremos nuestra influencia sobre China como pretenden los americanos", ha sentenciado.

Según los expertos, el arsenal atómico de Pekín es 10 veces menor al de las dos grandes potencias atómicas. El Gobierno chino considera que aún tienen que materializarse sustanciales reducciones en las fuerzas nucleares de estadounidenses y rusos para que exista una paridad que justifique su presencia en negociaciones de desarme.

PEQUEÑOS PROGRESOS

En los restantes puntos en discordia sí que se han registrado algunos pequeños progresos. La delegación rusa se ha mostrado abierta a incluir en las conversaciones en curso armas nucleares de reciente creación no cubiertas por el tratado, aunque exige un diálogo "sin condiciones", lo que viene a significar que solo estaría dispuesta a realizar semejante concesión si por su parte Washington acepta debatir el despliegue de escudos nucleares cerca de las fronteras rusas.

En los últimos años, Moscú ha venido desarrollando nuevo armamento nuclear, dado a conocer bombásticamente durante una belicista intervención del presidente Vladímir Putin en marzo del 2018, que no están incluidas en la definición de armas estratégicas o de largo alcance recogida en los viejos tratados de desarme y que por el momento, que se sepa, carecen de equivalente en EEUU.

Por lo demás, las conversaciones se desarrollaron en un ambiente "franco", según han definido sus participantes. Ambas partes han decidido formar grupos de trabajo y volverse a reunir en julio, lo que constituye una señal de que el consenso aún es posible.