El Gobierno de Haití ha comunicado hoy que ha conseguido evitar un intento de asesinar al presidente Jovene Moise y, con ello, derribar a su gobierno en medio de controversias sobre el fin de su mandato.

Según el ministro de Justicia Rockefeller Vincent, el plan fue un "intento de golpe de Estado". Otras fuentes oficiales dijeron que 23 personas fueron detenidas, entre ellas, un magistrado y una oficial de la policía nacional. "Agradezco al responsable de mi seguridad del palacio. El sueño de esa gente era atentar contra mi vida. Gracias a dios no ocurrió eso. El plan fue abortado", dijo Moise.

La situación en el país no es fácil. El presidente gobierna sin el control del poder legislativo desde el año pasado y dice que se mantendrá en el cargo hasta el 7 de febrero de 2022, en una interpretación de la Constitución rechazada por la oposición, que ha desatado protestas por considerar que su mandato terminaba ayer.

Estados Unidos aceptó el viernes la posición de Moise. El portavoz del Departamento de Estado, Ned Prince, dijo que Washington ha pedido "elecciones legislativas libres y justas para que el Congreso pueda retomar el poder que le corresponde". La disputa sobre el fin del mandato es consecuencia de la primera elección de Moise.

Dos elecciones seguidas

En octubre de 2015 fue elegido para un mandato de cinco años en comicios cuyo escrutinio fue cancelado por fraudes y luego volvió a ser elegido un año después. Este año debían realizarse elecciones legislativas y municipales pero fueron aplazadas y generaron un vacío de poder, por lo que Moise dice estar habilitado para seguir en el cargo por otro año.

En un carta difundida el viernes diversas organizaciones defensoras de los derechos humanos y civiles criticaron a la misión de Naciones Unidas en Haití por brindar apoyo técnico y logístico a los planes del presidente de celebrar un referéndum de reforma constitucional en abril y luego elecciones presidenciales y legislativas.