Tres días después de la desaparición de un avión de Malaysia Airlines con 239 personas a bordo, no hay ni rastro del aparato, se ha ampliado la zona de búsqueda y el número de efectivos que participan y los investigadores mantienen todas las hipótesis abiertas mientras van descubriendo detalles. El más reciente tiene relación a los dos pasajeros que viajaban con pasaportes robados y que han alimentado la tesis del atentado terrorista. Según la policía de Malasia, los billetes de estos dos hombres fueron encargados desde Irán a una agencia de viajes de Tailandia. Ambos eran iraní, aunque los investigadores han descartado que tuvieran vínculos con el terrorismo. Más bien apuestan porque buscaba asilo político en Europa. Ello abre otras posibilidades para explicar el accidente.

La Interpol también se decanta por otras hipótesis que no sean el atentado. El jefe de la agencia internacional, Ronald Noble, ha dicho este martes que no cree que la desaparición del vuelo sea un atentado terrorista. "A medida que obtenemos más información, más inclinados estamos a concluir que no ha sido un atentedo terrorista".

Emigrar a Europa

Así, la policía malasia ha identificado a dos iranís como los pasajeros que embarcaron con pasaporte robados en el avión de Malaysia Airlines. El jefe de la policía, Khalid Abu Bakar, ha explicado que ambos se dirigían a Alemania y ha descartado que uno de ellos, de 19 años, formara parte de una célula terrorista. "No es probable que sea miembro de un grupo terrorista. Creemos que estaba tratando de emigrar a Europa", ha apuntado.

Las autoridades han identificado al joven como Eouria Nour Mohammad Mehrdiad y ya han contactado con su madre, que esperaba a su hijo en el aeropuerto de Fráncfort y "desconocía" que éste viajaba con un pasaporte robado. El segundo pasajero es Delavar Seyed Mohammadreza.

Billetes encargados desde Irán

Los billetes de estos dos pasajeros fueron comprados a la vez, como indica su número de serie, y fueron encargados desde Irán a dos agencias de viajes de Tailandia, según han informado por su parte fuentes oficiales tailandesas. La compra de los dos billetes se realizó el pasado día 6 --menos de 48 horas antes del vuelo-- en agencias de la localidad turística de Pattaya, a unos 100 kilómetros al este de Bangkok. Un trabajador de una de las oficinas dijo al diario 'Bangkok Post' que su compañía recibió el encargo de la reserva en un correo electrónico enviado desde Irán por un ciudadano iraní llamado Kazem Alí. El empleado aseguró conocer personalmente al comprador, que tendría varios negocios en Pattaya y que, según dijo, había reservado con anterioridad varios vuelos a la agencia para él mismo y amigos cuando se encontraba en la ciudad.

Según el trabajador, Kazem Alí preguntó en primer lugar por vuelos a Copenhague y Fráncfort con Etihad Airways o Qatar Airways, pero se decantó por la opción más barata de China Southern Airlines, por la que pagó 25.500 bat (unos 568 euros). Los billetes fueron reservados a China Southern Airlines --que compartía código con la aerolínea malasia-- con salida en Kuala Lumpur y destino a Amsterdam vía Pekín.

EEUU está investigando a Kazem Alí para determinar si pertenece a una red terrorista o de tráfico de personas, según publica este martes el diario 'The Wall Street Journal'. "Podría simplemente ser un traficante de inmigrantes ilegales a Europa. ¿O quizás simplemente compró unos pasajes para sus amigos?", ha dicho una fuente oficial al citado diario.

La policía de Tailandia no cree que Alí o los dos pasajeros iranís sean terroristas. "Si hubieran sido terroristas, habrían especificado a la hora de reservar el billete la ruta y el avión que querían tomar. En su lugar, preguntaron por el billete más barato sin preferencias por la ruta o la aerolínea", ha dicho por su parte el jefe de la policía de Pattaya, Supachai Puikaewcome

Secuestro o sabotaje

El hecho que los pasajeros iranís no tuvieran vínculos con el terrorismo, ha llevado a los investigadores a considerar otras posiblesc causas de la desaparición del avión, como el sabotaje o el secuestro. "Tenemos fotografías y perfiles de todos los pasajeros. Estamos investigado en los vídeos los comportamientos de todos los pasajeros", ha señalado Bakar.

Entre otras posibles causas la policía de Malasia no descarta problemas psicológicos o personales entre los pasajeros y la tripulación. "Podría haber alguien en el vuelo que se sacó un seguro por una gran cantidad de dinero para que su familia lo cobrase. O alguien que debía dinero. Estamos investigando cualquier posibilidad", ha dicho el jefe de la policía.

Se amplía la búsqueda

Mientras, los equipos de rescate han extendido a la zona entre el litoral de la isla indonesia de Sumatra y Hong Kong la búsqueda del avión de Malaysia Airlines. Una flota internacional de 40 barcos y 24 aviones participa en las operaciones que cubren una superficie de 500.000 millas náuticas cuadradas (1,71 millones de kilómetros cuadrados) pero que hasta el momento no han dado resultados. Además, China ha dedicado 10 satélites para ayudar en la búsqueda.

Las autoridades malasias descartaron ayer que se hayan encontrado restos del avión mientras las pruebas de laboratorio determinaron que una muestra de aceite recogida en el mar no pertenece al avión sino que se trataba de combustible de un carguero.