Írán ha interrumpido su actividad nuclear más controvertida, la producción de uranio enriquecido a una pureza del 20%, según ha confirmado este lunes en Viena el Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).

La agencia de la ONU ha emitido un informe restringido en el que asegura que Teherán ha cesado esta actividad en las plantas de Natanz y de Fordow y ha parado parte de la maquinaria usada para producir dicho combustible nuclear.

Teherán cumple así con uno de los puntos esenciales del acuerdo alcanzado con las grandes potencias internacionales para desbloquear el contencioso por su programa nuclear y, de esta forma, abre la puerta a un levantamiento de las sanciones económicas.

El informe del OIEA asegura también que Irán "no está llevando a cabo nuevos avances" en sus actividades en el reactor de agua pesada de Arak.