Tras meses de ausencia, el mediador de EEUU en Oriente Próximo, John Wolf, volvió ayer a su frustrante trabajo y se reunió en Ramala con el primer ministro palestino, Ahmed Qurei en un intento de reactivar el proceso de paz. El regreso de Wolf a la zona coincidió con la operación más sangrienta de Israel en Gaza en un mes, que se saldó con nueve palestinos muertos.

Tanques israelís se adentraron en el barrio de Zeitun para destruir posiciones desde donde palestinos atacan el asentamiento de Netzarim. El desigual enfrentamiento se saldó con nueve muertos y 10 heridos graves.

La Yihad Islámica admitió que cinco de los fallecidos militaban en la organización. El resto de fallecidos, según fuentes sanitarias de Gaza, eran civiles.