El primer ministro de Japón, Junichiro Koizumi, se mostró ayer inflexible con el grupo armado que retiene a cinco ciudadanos de su país. Koizumi afirmó que el secuestro es un "acto imperdonable" y volvió a tachar de "terroristas" a los captores.

También el Gobierno italiano se refirió con ese término a los que retienen a cuatro de sus ciudadanos. El ministro de Exteriores, Fanco Fratrini, señaló ante el Parlamento que el Ejecutivo hará lo que esté en su mano para liberar a los rehenes, utilizando la "vía diplomática y otros canales", sin ceder al "chantaje".