Un año después de entrar en funcionamiento, ayer el Gobierno italiano puso fin a Mare Nostrum, el dispositivo de salvamento de la Marina italiana para socorrer a los inmigrantes que, a bordo de embarcaciones, intentan alcanzar las costas del sur de Italia. El balance del operativo, según el Ministerio del Interior italiano, es de más de 100.000 personas salvadas, la mayoría procedentes de Siria y Eritrea, y 728 patrones de barcazas detenidos. Pese a eso, no se han podido evitar 500 muertos y casi 1.500 desaparecidos en el mar.

El cierre coincide, no por casualidad, con el inicio de la operación Tritón que ayer puso en marcha Frontex (la agencia de control de fronteras de la Unión Europea) para vigilar e impedir la inmigración ilegal.

Fuentes del Gobierno italiano aseguran que, cada año, los traficantes de personas obtienen más de 500 millones de euros de beneficios. Según esas fuentes, por cada gran barco lleno de inmigrantes esas mafias ganan cerca de un millón de euros. Organizaciones humanitarias como Médicos sin Fronteras (MSF) y Amnistía Internacional (AI) han denunciado que, tras el final del Mare Nostrum, es muy probable que se produzca un mayor número de muertos durante la tentativa de atravesar el Mediterráneo.

LAS OENEGÉS

La razón es que Mare Nostrum se concentraba en el salvamento mientras que Tritón está esencialmente dirigido al control de fronteras y no a la asistencia a inmigrantes. «Se pone en riesgo las vidas de millares de emigrantes que intentan alcanzar Europa», advirtió AI.

El Gobierno italiano echa el cierra al dispositivo Mare Nostrum cansado de pedir sin éxito ayuda económica a la Unión Europea para financiar ese programa de socorro de inmigrantes, que le ha costado 114 millones de euros. «Colaboraremos con Tritón durante dos meses, para su aclimatación, y a partir de entonces Italia no gastará ni un euro más», dijo ayer Angelino Alfano, ministro del Interior italiano. Sin Mare Nostrum, a partir de hoy, los buques italianos vigilarán solo hasta 30 millas mar adentro. Y Tritón constituirá basicamente un control fronterizo. Nadie se ocupará por tanto de cuanto suceda más allá de las 30 millas, que es donde tienen lugar la mayoría de los naufragios.

La UE ya ha dejado claro que el salvamento de personas en riesgo en aguas italianas sigue siendo responsabilidad de Italia, por lo que apremia a Roma a no poner fin a Mare Nostrum. «La misión Tritón consiste en ayudar a los italianos a proteger la frontera sur del continente y solo en caso de necesidad ocuparse de socorros. Queda claro que Tritón no reemplazará Mare Nostrum, ni tiene intención de hacerlo», dijo Cecilia Malmstrom, la hasta ahora comisaria europea del Interior (ayer asumió la cartera de Comercio). Según Malmstrom, «Tritón no afecta a las obligaciones de Italia en materia de búsqueda y salvamento de las personas que necesiten socorro».

PROBLEMAS PRESUPUESTARIOS

El español Gil Arias Fernández, director ejecutivo de Frontex, añadió que la agencia «no puede sustituir a los estados». Además, la duración de Tritón no haya sido establecida y los problemas presupuestarios hacen que no esté claro que pueda continuar en el 2015, con lo que podría durar solo dos meses. En Tritón participan 21 países de la UE y está compuesto por cuatro barcos, dos patrulleras, cuatro aviones y un helicóptero.