Italia ha registrado 145 muertos y 675 contagios por coronavirus en las últimas 24 horas, lo que supone los datos más bajos desde que se decretó el cierre del país el pasado 9 de marzo, según el cómputo divulgado este domingo por la Protección Civil. Hay que tener en cuenta, sin embargo, que se han realizado 60.101 pruebas, casi 9.000 tests menos que el viernes.

La bajada en la curva epidemiológica durante ya varios días ha animado al Gobierno italiano a adelantar las reaperturas de las actividades comerciales del país y desde mañana se ha autorizado a levantar sus persianas a tiendas, peluquerías, salones de belleza, restaurantes y pastelerías.

Desde que se conoció el primer caso de contagio local, el 21 de febrero, en Italia se contabilizan 31.908 fallecidos y 224.760 contagios. El número total de personas actualmente positivas es de 68.351, con una disminución de 1.836 enfermos en comparación con el sábado. Lombardía sigue siendo la región donde se produce el mayor número de nuevos contagios, y se contabilizaron 326, cerca de la mitad de los positivos totales del toda Italia.

El primer ministro italiano, Giuseppe Conte ha anunciado que además de las aperturas de mañana se abrirán las piscinas y gimnasios el próximo 25 de mayo y desde el 15 de junio tocará a los teatros y cines y también desde esa fecha se ofrecerán a los niños campamentos de verano. Además, Italia abrirá sus fronteras con la UE el 3 de junio sin necesidad de cuarentena.

Responsabilidad de las regiones

El calendario de reaperturas dependerá de la responsabilidad de las regiones, que deberán analizar los datos epidemiológicos y valorar la posibilidad de volver a decretar cierres. El Gobierno recibirá diariamente la información y también se reserva el derecho de intervenir. Por eso, en zonas como Lombardía y Piemonte han retrasado por el momento la apertura de sus restaurantes.

A este acuerdo entre Gobierno y regiones se opuso el presidente de la región de Campania, Vincenzo De Luca, quien afirmó que no lo había firmado ya que "las responsabilidades de las normas de seguridad no pueden descargarse a las regiones". De Luca también denunció que existe "un clima de confusión" y que Campania tampoco abrirá restaurantes, pubs y otras actividades "por seriedad".