Después de varios días de continuos descensos en la cifra de contagios diarios, Italia ha experimentado este jueves una nueva alza. Con 3.786 nuevos positivos, el país transalpino ya suma 168.941 casos de coronavirus desde que se detectó al primer paciente, el 21 de febrero.

El número de muertos en las últimas 24 horas sí que siguió la tendencia bajista de los últimos días, con 525 nuevos fallecimientos. En total, se han registrado 22.170 decesos, según el balance diario del servicio de Protección Civil.

Mientras tres supercomités, con un promedio de 15 miembros cada uno, estudian cómo organizar el desconfinamiento del país con un cierto orden, aumentan cada día las investigaciones por parte de la fiscalía de "la masacre" de ancianos, como ha sido definida por todos los medios italianos. A día de hoy son ya 40 investigaciones. "Se va una generación" dijo Sergio Mattarella, Presidente de la República.

CENTROS PRIVADOS

Los sumarios abiertos son por cómo han sido tratados o lo están siendo todavía frente al covid-19, principalmente en las residencias, generalmente privadas. Lo que en el fondo parece estar bajo investigación es la sanidad privada y la falta de vigilancia de parte de la sanidad pública sobre sus estructuras.

Lo confirma una investigación de los núcleos antiestafas (NAS) de los carabineros que ha revelado que de las 918 residencias controladas desde enero hasta la pasada semana, 183 (20%) eran irregulares o incluso ilegales y que ninguna de ellas estaba organizada para acoger con seguridad a los ancianos enfermos que llegaban. Más de 25 han sido cerradas y 172 personas denunciadas y multadas. En Roma, frente a unas 500 residencia, las autoridades han descubierto que el 25% eran ilegales.

La ordenanza de marzo de la región de Lombardía que autorizaba a las residencias de ancianos a acoger a enfermos que no cabían en los hospitales públicos, asignaba entre 150 y 170 euros por enfermo aceptado. La policía tributaria, por orden de la fiscalía de Milán acaba de pasar 17 horas en una sola residencia para secuestrar expedientes clínicos y comunicaciones con la región, y otras en las mismas oficinas del Gobierno autonómico. Los familiares de las víctimas se han organizado en un comité nacional, están recogiendo adhesiones y ya han presentado las primeras denuncias.

LOS GRANDES AFECTADOS

En estos días de Pascua había 500 ataúdes en el cementerio de Niguarda de Milán a la espera de cremaciones, 60 en el hospital Niguarda de la ciudad, 40 en una residencia de ancianos en el instituto Don Gnocchi, 10 en el Pio Albergo Trivulzio y así en otras ciudades del norte sobre las que ya no se habla en los medios y donde el virus sigue cosechando centenares de víctimas a diario. Hasta ayer eran 21.645 en todo el país, la mayoría ancianos, sin o con otras patologías. Una edad media de los difuntos que oscila de zona a zona del país y que va desde los 58 años hasta los 80.

Si la primera víctima judicial del virus fue el director general de la principal residencia de Milán, a día de hoy ya existen 170 denuncias solamente en el norte, donde las familias se quejan de que llevan semanas o incluso mes y medio sin conseguir saber nada de sus familiares.

No sucede solo en el norte, sino que fiscalías de todo el país han abierto y están abriendo sumarios por las mismas razones. Sucede en Arezzo, Benevento, Lecce, Brindisi, Trani, Roma, Termini Imerese...y cada día se suman otras. "Se trata de una masacre", admite Ranieri Guerra de la OMS.