Italia confirma que pese a la magnitud de las cifras de la pandemia del coronavirus, sigue frenando el ritmo de contagios y diarios y el de los muertos. El país registró ayer la cifra de contagios más baja desde que empezó la crisis, con 3.039 casos más de coronavirus (menos que los 3.599 del día anterior) y 604 muertos (menos también que los 636 del lunes). Los s 1.555 curados en la última jornada también son un récord.

El país acumula 135.586 casos de la enfermedad: 94.067 actualmente, 24.392 curados y 17.127 fallecidos. Italia va por detrás de España en número de contagios pero le supera en fallecidos pero las cifras dadas a conocer este martes revelan una mejor evolución de la pandemia en los útlimos días. En España, el parte diario arroja 743 nuevas muertes y 5.478 nuevos contagios.

Pero la luz para el primer país en confinarse después de China aún está lejos, advierten los expertos. El final del confinamiento de Italia y la vuelta a la normalidad, que no será como la de antes, será muy largo. Tal vez un año, o más. Es el tiempo que bajaran a estas alturas científicos, especialistas y los políticos, sobre la llamada "fase 2". Una etapa que mucho depende de cuando se descubra una vacuna contra el coronavirus.

"Es equivocado imaginar que la fase 2 constituya una vuelta a la normalidad", afirma Enrico Bucci, profesor de biología en Estados Unidos. "Si volvemos a ponernos en marcha sin cautelas, existe la posibilidad de que explote un nuevo foco", afirma Vittorio Demicheli, epidemiólogo y miembro de la unidad de crisis de Lombardía (Milán), la región más afectada por el Covid-19.

Roberto Speranza, ministro de Sanidad, subrayaba este domingo, coincidiendo con el descenso de las cifras de contagios: "Tenemos que decir la verdad, la situación sigue siendo dramática, la emergencia no ha terminado, nos esperan meses difíciles". Según Speranza, "el objetivo es crear las condiciones para convivir con este virus, es el verbo justo, convivir.

A partir de mayo

En este momento, las autoridades italianas de todo tipo diseñan unánimemente la posible "fase 2" como un camino de al menos tres etapas, a partir de mayo. Unos señalan exactamente el día 4 como "fecha crucial" para determinar lo que vendrá después. Otros aluden a fechas comprendidas entre el 4 y el 16 de mayo: son las fechas en las que la curva de nuevos contagios debería tocar y permanecer en cero, según los cálculos matemáticos, no solo italianos, realizados desde el principio de la pandemia.

"No volveremos a ponernos en marcha todos juntos, habrá fechas distintas de apertura, según las regiones, las provincias, los municipios y quizás los barrios", afirma Giovanni Cagnoli, experto de estrategia empresarial. Su previsión coincide con las etapas sobre las que trabajan las que trabajan las autoridades.

En la primera, a mitad de este abril, se reabrirían algunas actividades económicas relacionadas con el circuito alimentario, farmacéutico y mecánico, además de tiendas relacionadas con el tiempo libre y provisiones para oficinas. No abrirían los bares ni los restaurantes.

Un contagiado, un curado

A partir de mayo segunda etapa-- se vislumbra la posibilidad de abrir, bajo ciertas condiciones, una salida a la calle de los ciudadanos: todo dependerá de si para cada nuevo contagiado se produce un nuevo curado, dato que se considera como determinante. La parcial vuelta a la calle será en cualquier caso acompañada con medidas del tipo "sin aglomeraciones" en calles, plazas, parques o entradas en las tiendas.

La apertura de peluquerías y salones de cuidados corporales o spa "es muy lejana", a no ser que se adopten "medidas de seguridad, como la defensa sanitaria de los trabajadores" y reducción del número de clientes.

La tercera etapa, prevista para un día que nadie se atreve a fijar, se refiere a las actividades en las que "es difícil impedir el contacto entre las personas", como gimnasios, deportes, discotecas, bares diurnos y nocturnos, etc.

La clave para emprender la fase 2 parece ser, según numerosos científicos y políticos, la trazabilidad informática de los ciudadanos contagiados y sin síntomas, aunque con capacidad de contagiar. "No puede existir una fase 2 si antes no se organiza un un eficaz seguimiento epidemiológico del territorio", afirma el biólogo Bucci.

Sobre este asunto, el Gobierno italiano ha de decidir cual podría ser el mejor de los 170 proyectos presentados para el seguimiento de la población, ya que según Antonello Soro, de Autoridad italiana para la protección de datos, además de ser eficaz, el sistema elegido debe mantener la privacidad de los ciudadanos, es decir ser "anónimo" y sobre todo "provisional hasta el fin de la pandemia".