Después de la alianza sellada en el campo liberal entre el centrista François Bayrou y el exministro francés de Economía, Emmanuel Macron, aumenta la presión sobre los candidatos de la izquierda para que intenten unir fuerzas de cara a las presidenciales.

De momento, el socialista Benoît Hamon ha logrado que elecologista Jannick Jadot se retire de la carrera a cambio de un acuerdo programático y de legislatura. Este pacto con los verdes es bueno para Hamon, relegado a un cuarto puesto en los sondeos sobre intención de voto -entre el 13% y el 16%- e inmerso en una campaña que no acaba de despegar, pero es puramente simbólico.

Algunos sectores del partido critican que Hamon haya desperdiciado sus energías en una maniobra de escaso rédito electoral y muchas contrapartidas en términos de escaños. En el 2012, François Hollande acordó dar 60 plazas a sus aliados ecologistas en las listas de las legislativas. Hamon les ha prometido 40.

“No sabemos cómo va a lograr cinco puntos en sesenta días teniendo en cuenta el tiempo que ha perdido con un tipo que tiene un 1% en los sondeos”, ironiza un diputado en ‘Libération’.

En cualquier caso, cerrado el trato con los verdes, ahora todas las miradas se dirigen al líder de Francia Insumisa, Jean-Luc Mélenchon, reacio a alinearse detrás de Hamon.

POCAS EXPECTATIVAS

Ha sido una maniobra del Partido Comunista Francés (PCF), aliado de Mélenchon pero crítico con él, la que ha provocado que el eurodiputado de 65 años le haya propuesto a Hamon mantener en los próximos días una reunión para ver si es posible llegar a algún tipo de acuerdo, aunque el propio Mélenchon se ha encargado de enfriar las expectativas que ha generado la oferta.

“Tampoco hace falta que nos hagamos demasiadas ilusiones. Yo sigo siendo el mismo hombre, igual de exigente”, ha declarado este viernes el líder izquierdista a la prensa tras un almuerzo con el secretario nacional del PCF, Pierre Laurent. Horas antes, en un programa de France 2, había dicho estar abierto al debate y dispuesto a discutir de una candidatura única, pero da la impresión de que no contempla apearse de la carrera al Elíseo.

"Yo no compito con Benoît Hamon. No quiero que se me compare con Hamon. Quiero que se me compare con François Fillon, con Emmanuel Macron. Porque a Benoît Hamon tengo la intención de convencerle”, subrayó. La misma intención que parece tener el aspirante socialista.

“Respeto la candidatura de Jean-Luc Mélenchon y su gran inteligencia pero estoy convencido de que, a la hora de hablar con todos los integrantes de la izquierda, ocupo un lugar central que me autoriza a poder encarnarla”, ha señalado Hamon. El pasado 29 de enero, la noche de su victoria en las primarias organizadas por el Partido Socialista, Hamon prometió llamar a Mélenchon pero esa llamada nunca se produjo.

CONDICIONES

El candidato de Francia Insumisa pidió a través de una carta remitida a Hamon el pasado 16 de febrero que el socialista rompiera con el balance del mandato de François Hollande y aboliera las medidas más emblemáticas, como la reforma laboral o el estado de emergencia.

Entre las condiciones que puso entonces para favorecer cualquier tipo de acercamiento figuraba la convocatoria de una Asamblea constituyente en los tres primeros meses del nuevo mandato presidencial, el abandono de la energía nuclear o la salida de Francia de la OTAN. El primer secretario de los socialistas, Jean-Christophe Cambadélis, vio pocas posibilidades de acuerdo con tal planteamiento.