Los partidos progresistas en la oposición arrasaron el pasado domingo en las elecciones municipales y provinciales parciales, celebradas junto con las europeas. De las 30 capitales de provincia donde se votó para las municipales, 18 han pasado a los progresistas, seis a los conservadores y en las otras seis se celebrará una segunda vuelta. De las 63 diputaciones provinciales donde se celebraron elecciones, 38 pasaron al centroizquierda, tres al centroderecha y en 22 se votará dentro de dos semanas para la segunda ronda.

"Ha empezado la etapa post-Berlusconi", afirmó Piero Fassino, líder de los Democráticos de la Izquierda (DS), primer partido de Italia. "Somos el nuevo punto de referencia de la política italiana", dijo Romano Prodi, fundador de El Olivo y presidente de la Comisión Europea hasta octubre. Unidos para El Olivo, que reunía a cuatro de los seis partidos progresistas, obtuvo el 31,1% de los votos, frente al 21% de Forza Italia (FI), fundada por Silvio Berlusconi.

En conjunto, la consulta europea ha terminado en un empate entre conservadores (45,4%) y progresistas (45,5%). Sin embargo, el voto ha cambiado los equilibrios internos de las dos coaliciones. En el centroderecha, los tres partidos aliados de Berlusconi cuentan con más votos que FI. En el centroizquierda, el 31,1% de la Lista Prodi deberá pactar un programa de Gobierno con los partidos situados a su izquierda, que reúnen el 13% de votos. "Tenemos que organizar una asamblea constituyente de los progresistas", dijeron ayer todos los líderes.

CELEBRACION Los progresistas celebran desde ayer la reconquista de Bolonia, tras cuatro años en manos conservadoras. Esta emblemática ciudad había sido gobernada por los comunistas del PCI desde el final de la segunda guerra mundial y erigida en ejemplo del "comunismo de rostro humano". Sergio Cofferati, exsecretario general de la CGIL, estará al frente del ayuntamiento boloñés.