Emilia Romaña ha frenado en la última curva. Con el apoyo del 51% de los electores, el centroizquierda seguirá gobernando en esta región , uno de sus históricos bastiones en Italia. El resultado implica una abierta derrota de Matteo Salvini, el líder de la Liga, quien había convertido la cita en un arriesgado plebiscito sobre sí mismo, en el intento de tumbar al Gobierno de Roma. Al final, su candidata no ha superado el 43% de los votos.

“Aquí no funcionan ni los showman ni las campañas”, ha sido uno de los primeros comentarios del progresista Stefano Bonaccini, gobernador saliente de Emilia Romaña, ahora confirmado en el cargo. “Existe una política que no es vulgar y que no incita a la rabia y al rencor, sino que es más equilibrada y moderada”, ha agregado, en referencia a la fama que tienen los habitantes de esta región italiana.

También parca ha sido la reacción de Salvini. “Me siento satisfecho de que después de 70 años al menos ha habido una pugna”, se ha consolado el ultraderechista quien, tras meses de una aguerrida campaña electoral que llevó adelante en persona, intentó minimizar el resultado electoral. “Gracias a los que votaron. Se han hecho cargo de un pedazo de futuro de este país”, ha añadido.

AMENAZA ULTRADERECHISTA

Se disipa así el escenario que ha tenido a Italia en vilo, y a Europa atenta a la tormenta que se podría haber desatado en el país si hubiera vencido la ultraderecha de Salvini. Se temía más inestabilidad, pero la cita ha pasado sin provocar daños de importancia para el PD y el Gobierno de Roma. Más aún, de acuerdo con los datos del Ministerio de Interior, incluso la participación ha sido alta: un 67% -casi el doble que en los comicios de 2014- de los 3,5 millones de electores podían ejercer su derecho.

“La mayoría gubernamental sale reforzada de esta elección”, ha dicho en esta línea un aliviado Nicola Zingaretti, el líder Partido Demócrata (PD), la formación que heredó su gran popularidad en Emilia Romaña del hoy difunto Partido Comunista italiano. “Un gracias va también a las sardinas”, ha añadido Zingaretti al agradecer al movimiento ciudadano nacido en noviembre y que en las últimas semanas movilizó a miles de personas a las calles en contra de la ultraderecha.

COLAPSO DEL M5S

Un dato aparte ha sido el colapso del Movimiento 5 Estrellas (M5S), los socios del PD en el Gobierno nacional. La formación grillina, que la semana pasada se vio sacudida por la repentina dimisión de su líder nacional, Luigi Di Maio, apenas alcanzó el 3,47% de los votos en la elección regional. Dicho esto, algunos analistas han llegado a interpretar el timing de esta decisión como un guiño del M5S destinado a sus electores para permitirles de votar el PD, la única formación que podía derrotar a la Liga en la importante región italiana.

Pero todo no ha sido de color de rosa para el PD. En Calabria (sur), la otra región en la que este domingo se disputaban elecciones, los progresistas perdieron frente a Jole Santelli, candidata de la Forza Italia de Silvio Berlusconi y líder de la coalición de centroderecha en la región. Santelli ganó con el 55% de los consensos, mientras que el candidato del PD, Filippo Calippo, obtuvo el 30% y el de M5S, Francesco Aiello, el 7,28%. Estos comicios, sin embargo, han recibido menos atención en el país, a pesar de que con este voto las derechas italianas han obtenido otra región.