El comandante de la Guardia Civil Gonzalo Pérez García, de 42 años y jefe de seguridad de la Brigada Plus Ultra II, fue herido de gravedad de un tiro en la cabeza en la madrugada de ayer en Irak. El oficial recibió el balazo en una operación contra una "banda de delincuentes" comunes en Hamza, unos 40 kilómetros al sur de Diwaniya, según la policía local. El Ministerio de Defensa definió la acción como "antiterrorista".

Ante la contradicción entre la versión iraquí y la de Defensa, el general jefe de la Plus Ultra II, Fulgencio Coll, dijo a este diario: "Los dos tienen razón. Son poblaciones donde hay grupos de bandidos que son las dos cosas a la vez. Atacan convoyes logísticos para robarles y también atacan a las fuerzas de la coalición".

Los agresores hirieron también a un policía iraquí. Se trata del cuarto ataque con víctimas españolas en Irak. Pérez Díaz fue trasladado a un hospital de Bagdad. Al cierre de esta edición, su estado era de extrema gravedad. Defensa fletó un avión Boeing 707 medicalizado para repatriarlo en 48 horas. En el avión, que llegará hoy a Irak, viajarán tres hermanos del herido, el secretario de Estado de Defensa, el director de la Guardia Civil y cuatro médicos.

El ataque se produjo hacia las 4.30 de la madrugada, hora española, cuando Pérez García y dos policías iraquís completaban el registro de una vivienda de un miembro de la banda. La misión estaba considerada como "un objetivo sencillo", según el general Coll, y en ella participaron 91 policías iraquís, apoyados por cuatro blindados y 40 militares de la Plus Ultra.

LA AGRESION Después de que el grueso de las fuerzas destinadas a esa misión militar se retiraran del lugar, el comandante y varios agentes iraquís permanecieron allí "para completar el registro", según manifestó Defensa. En ese momento apareció un automóvil. Sus ocupantes comprobaron que la casa estaba ocupada y se dieron a la fuga. El comandante y dos policías iraquís emprendieron su persecución, y entonces los ocupantes del coche abrieron fuego contra ellos e hirieron al guardia civil español y a uno de los policías iraquís.

El oficial español herido fue trasladado al escalón médico avanzado del Ejército en Diwaniya, donde fue estabilizado y evacuado en helicóptero al Hospital norteamericano Role 3 de Bagdad. Allí fue intervenido por un equipo de neurocirujanos. A última hora de ayer seguía en la unidad de cuidados intensivos, acompañado del segundo jefe de la brigada y de un equipo del escalón médico avanzado.

BANDAS DE FORAJIDOS El jefe de la policía de Hamza, Rael Fauzi, descartó ayer que los agresores fueran insurgentes y culpó de lo sucedido a bandas de "forajidos" que operan en la localidad. "Aquí no hay resistentes; es un problema de delincuencia que existe desde la época de Sadam Husein", dijo. La policía de Hamza no participó en la operación, según Fauzi, sino la de Diwaniya.

La población de Hamza y sus alrededores se han convertido en la piedra en el zapato del contingente español. En esta localidad operan bandas mafiosas especializadas en el tráfico de armas y en el contrabando de gasolina, un bien escaso en Irak. El pasado mes de octubre se produjo un tiroteo entre legionarios españoles y presuntos delincuentes, uno de los cuales resultó herido. Fue el primer enfrentamiento armado del contingente español.

ELOGIO A LA BENEMERITA El ministro de Defensa, Federico Trillo, que ayer entregó las condecoraciones a los familiares de los siete espías españoles muertos el pasado mes de noviembre en Irak, destacó la función "absolutamente insustituible" y el "apoyo fundamental" que presta la Guardia Civil a los soldados españoles en Irak, informa Salomé Machío. Además del comandante herido, en Irak hay destinados otros tres oficiales de la Guardia Civil.