Nicola Sturgeon considera la ley de mercado interno de "asalto frontal" al gobierno autonómico de Escocia del que es ministra principal. La ley de mercado interno permitirá al Tesoro británico determinar directamente los fondos destinados a "salud, educación, cultura e instalaciones deportivas" en todas las naciones que conforman el Reino Unido (Inglaterra, Escocia, Gales e Irlanda del Norte).

Johnson está dispuesto a modificar una financiación que hasta ahora está en manos ahora del Parlamento en Edimburgo. Abre así un canal hacia una redistribución tributaria más centralizada. Una estratagema que, contrariamente a lo que puede pretender el primer ministro británico, debilita la unidad nacional. "La independencia es la única vía de proteger el parlamento escocés del socavo y la erosión de sus poderes", ha advertido Sturgeon. Y cada vez son más los escoceses que piensan en esa solución.

CONTRASTE ABISMAL

En Escocia el debate ya no se trata solo del 'brexit'. La ley de mercado interno llega cuando los escoceses están comprobando que su gobierno funciona bastante más racionalmente que el británico ante una situación de extrema gravedad. El coronavirus es la crisis más importante que ha tenido que afrontar el Gobierno autónomo escocés en sus 21 años de existencia.

La forma en que Sturgeon ha llevado la emergencia sanitaria y el tono de su comparecencia diaria para informar de la situación, le han valido el respeto, incluso de los que nunca votarían al Partido Nacional Escocés (SNP). El contraste ha sido abismal con las incoherencias de Johnson, las promesas incumplidas, la improvisación, las medidas anunciadas antes de dar marcha atrás y la justificación del comportamiento de su principal asesor, Dominic Cummings, saltándose la normativa del confinamiento. Frente al descontrol de Johnson, Sturgeon ha dado la impresión de estar al mando.

ASCENSO A FAVOR DE LA INDEPENDENCIA

Desde principios de este año los sondeos muestran un ascenso constante en el número de los escoceses en favor de la independencia. Un 53% en el última encuesta de YouGov, publicada el pasado mes. De acuerdo con el profesor John Curtice, el analista y profesor de la Universidad de Strathclyde, "hay una enorme diferencia" en la percepción del público de cómo los gobiernos de Escocia y del Reino Unido lo han manejado (la crisis del coronavirus). El 70-75% cree que Nicola Sturgeon lo está haciendo estupendamente y con Johnson ocurre casi lo opuesto. Lo más importante es que no so solo lo creen los votantes votaron a favor de la independencia en el referéndum del 2014.

La nueva normativa de Londres también afecta a Gales. Su ministro principal, el laborista Mark Drakeford, ha condenado a Johnson por no tratar de buscar vías para un acuerdo con la Unión Europea y en lugar de eso aprovechar la ocasión para, "romper y desvalijar el acuerdo de devolución de competencias Drakeford considera que esa maniobra "va a poner una gran tensión en la unidad del Reino Unido".