Para Dereck McLennan, pasear por los prados escoceses con un detector de metales era uno de sus pasatiempos favoritos desde que se retiró. Sin embargo, este hombre de negocios de 47 años nunca hubiera imaginado que iba a ser el autor de un hallazgo de valor incalculable. El pasado mes de septiembre, McLennan localizó enterrado a 60 centímetros bajo tierra el mayor tesoro vikingo localizado hasta ahora en Europa.

Todo comenzó con el hallazgo de lo que parecía una cuchara. McLennan siguió excavando y poco a poco, conforme iba sacando tierra, fueron apareciendo antes sus ojos joyas de oro, cruces y hasta un vaso carolingio. Al final, han aparecido en ese lugar un centenar de objetos de entre los siglos IX y X.

El hallazgo se produjo en un lugar del condado de Dumfries, en el sudoeste de Escocia. Sin embargo, el punto exacto del emplazamiento se mantiene en secreto para evitar posibles saqueos y para dar tiempo a los expertos a analizar el yacimiento.

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Stuart Campbell, el responsable escocés de patrimonio, ha señalado que se trata del "tesoro vikingo más importante de los hallados en Escocia". "Es extremadamente importante, no solo para Gran Bretaña, si no también para Europa Occidental ya que es un tipo de tesoro muy inhabitual. La razón es que contiene amuletos de Iranda, joyas escandinavas, un vaso carolingio que sabemos que viene de Alemania". La principal hipótesis es que esas piezas proceden del saqueo realizado por los vikingos.