Julian Assange está demasiado enfermo para comparecer por videoconferencia desde la cárcel de Belmarsh en la audiencia preliminar del proceso de extradición solicitado por Estados Unidos, según explicó ayer su abogado. La vista debía tener lugar en el Tribunal de primera instancia de Westminster, pero la audiencia fue aplazada hasta el 12 de Junio. «No se encuentra nada bien», declaró Gareth Peirce, defensor de Assange. La magistrada Emma Arbuthnot anunció que la próxima sesión «tal vez podría celebrarse en Belmarsh», la prisión de alta seguridad donde el fundador de Wikileaks se halla encarcelado, «por ser más conveniente para todo el mundo».

Assange está ingresado en el módulo hospitalario de la prisión. Un portavoz de Wikileaks señaló en un comunicado que «durante las siete semanas en Belmarsh su salud se ha ido deteriorando y ha perdido peso de forma dramática». «La decisión de las autoridades de la prisión de trasladarlo a la unidad sanitaria habla por sí sola», añadió. Otro de los abogados de su equipo de defensa, Per Samuelson, agregó que la condición de Assange ha llegado a un punto de deterioro tal que el pasado viernes «no era posible mantener una conversación normal con él». El australiano, de 47 años, pasó siete en la embajada de Ecuador en Londres por miedo a ser extraditado a los Estados Unidos. Cuando el pasado 11 de abril fue detenido por la policía británica, su envejecimiento y mal aspecto físico eran evidentes.

CONCENTRACIÓN / Frente al tribunal se concentraron ayer simpatizantes del fundador de Wikileaks. El realizador de documentales John Pilger alertó en la concentración de que todos los medios de comunicación se encuentran ahora «en grave peligro». «Todos los periodistas deberían estar aquí. Lo que le está ocurriendo a Julian Assange podría, con seguridad, casi seguramente, ocurrirle a muchos periodistas. Hoy es Julian Assange, mañana será Associated Press, The New York Times, The Guardian, todos los demás. Si realmente hacen periodismo corren ahora un grave peligro», añadió Pilger.

El 2 de mayo, en otra audiencia, el hacker ya rechazó su extradición a EEUU, donde ha sido acusado de violar la ley de espionaje por haber publicado de forma ilícita nombres y documentos confidenciales, así como cables secretos diplomáticos sobre las guerras de Afganistán e Irak. Previamente, había sido acusado de haber conspirado junto al exanalista del Ejército Chelsea Manning para obtener acceso a información secreta. Assange podría ser condenado a décadas de cárcel por la justicia estadounidense si finalmente se aprueba su extradición.

El fundador de Wikileaks se halla cumpliendo 50 semanas de condena en la prisión de Belmarsh por haber violado las condiciones de libertad provisional que le impuso la justicia británica, para evitar así su extradición a Suecia, donde está acusado de agresión sexual a dos mujeres. Tras su detención, la justicia sueca ha reactivado la investigación.