El Tribunal Superior de Justicia (TSJ) de Brasil revocó la orden de prisión preventiva que fue dictada contra el expresidente Michel Temer, que se cumple desde la semana pasada y ordenó su inmediata excarcelación.

Temer, de 78 años, fue arrestado el jueves pasado por decisión de un tribunal de segunda instancia, en el marco de uno de los procesos por supuesta corrupción que enfrenta en tribunales desde que el pasado 1 de enero, le entregó el poder al presidente Jair Bolsonaro.

NUEVAS RESTRICCIONES

La revocación de la prisión preventiva, sustituida por algunas medidas cautelares que le impedirán salir del país y mantener algún contacto con otros investigados, entre otras restricciones, fue decidida con el voto unánime de los cuatro miembros de la Sexta Sala del TSJ, ante la que había apelado la defensa de Temer.

Temer ya había sido detenido en forma preventiva durante cuatro días en marzo pasado en el marco de otra causa penal, acusado por la Fiscalía de haberse beneficiado de sobornos pagados por diferentes empresas y ser el cabecilla de una organización corrupta que desvió unos 500 millones de dólares de recursos públicos durante 40 años.

Sin embargo, fue liberado por los mismos motivos esgrimidos por el juez Antonio Saldanha, que abrió el camino para la concesión de un recurso de habeas corpus intentado por la defensa y la orden de excarcelación, que es extensiva a Joao Baptista Lima, detenido en las mismas circunstancias que el exmandatario.

CASOS DE CORRUPCIÓN

La causa por la que Temer volvió a ser detenido se refiere supuestos fraudes en licitaciones para la construcción de una planta nuclear, los cuales habrían ocurrido hace ya más de siete años. Según dijo Saldanha, "el ordenamiento legal tiene la libertad del individuo como principal regla y reserva la prisión preventiva como una decisión extrema" y "excepcional" que sólo puede aplicarse si "existen elementos que indiquen que el acusado volverá a delinquir si continúa en libertad".

También sostuvo que, al tratarse de asuntos que supuestamente ocurrieron en 2012, "ya no existe el riesgo efectivo de continuidad delictiva o de obstrucción de las investigaciones" ni hay "mención alguna a conductas recientes" en ese sentido por parte de Temer.