Retención ilegal». Es la acusación explícita que lanzan los magistrados italianos por los 177 emigrantes retenidos desde hace siete días en una nave militar italiana, por orden del ministro de Interior, Matteo Salvini.

Desde el pasado 15 de agosto, la nave, con 29 menores a bordo, se ha ido trasladando de aguas de Malta hasta la isla italiana de Lampedusa y ahora se encuentra en Sicilia, primero sin poder atracar y ahora sin poder desembarcar a sus huéspedes. Ayer, Luigi Patronaggio, fiscal de Catania, subió a bordo de la nave para inspeccionar la situación de los inmigrantes, que a causa del bloqueo de Interior no han pasado ninguna revisión sanitaria, como es preceptivo en estos casos.

Según el resultado de la inspección, que se realizó con mascarillas, guantes y grabaciones de imágenes, el fiscal podría proceder por «secuestro de personas», en cuyo caso debería pasar el sumario al tribunal encargado de enjuiciar a ministros del Gobierno de Giuseppe Conte.

Tras la inspección, el fiscal declaró que «la situación a bordo es crítica, hay varios casos de sarna y, en cualquier caso, sobre la base de la convenciones internacionales y la ley italiana, los 29 menores no acompañados, tienen el derecho a desembarcar».

Caterina Ajello, fiscala jefe del tribunal de menores de Catania, puerto en el que se encuentra atracado el barco guardacostas Diciotti, escribió ayer al ministrodel Interior en nombre de sus colegas nacionales: «Permitid a todos los menores y a los sujetos vulnerables presentes en el Diciotti que desembarquen inmediatamente, para que sea posible abrir los procedimientos judiciales para su tutela y su inserción en estructuras de acogida adecuadas». «Es un imperativo humanitario», recordó un portavoz de la Comisión Europea.

En el caso intervino también el presidente del Congreso, Roberto Fico (Movimietno 5 Estrellas, M5S), que dijo que los retenidos «deben poder desembarcar» y el reparto entre los países de la Unión Europea «puede proseguir sin problemas», aunque desembarquen. La toma de posición enfrenta una vez más a Liga y a los indignados, coaligados en el Ejecutivo.

También tomó cartas en el asunto la Magistratura Democrática, de tendencia izquierdista, una de las tres principales corrientes en las que están reunidos los magistrados italianos.Cuestionó la actuación del ministro Salvini «de privar de la libertad a personas, sin que haya intervenjdo la magistratura».

Las fiscalías de Catania y Agrigento abrieron sendos sumarios sobre el caso, que enfrenta al Ministerio de Interior con el de Defensa, el de Transportes, la Guardia Costera, y a la misma Presidencia de la República. Los magistrados de Agrigento procedieron por «ilícita retención a bordo de inmigrantes». La misiva de la fiscala de Catania a Salvini fue conocida gracias a un tuit de Intersos, organización humanitaria que cuenta con efectivos a bordo del Diciotti, ya que los militares no pueden ocuparse de ellos. Intersos presnetó también a la magistratura un alegato sobre el caso. Es la segund avez en un mes que Interior bloquea una nave militar con expatriados a bordo. En el primer caso tuvo que intervenir el mismo presidente de la República, Sergio Mattarella, para desbloquear la orden de Interior.

Los magistrados que se encargan de menores en toda la península recuerdan en la carta que «las obligaciones internacionales asumidas por Italia exigen que la situación de los sujetos vulnerables tiene que ser tomada con particular consideración», por lo que «la acogida tiene que ser adoptada sin retraso».

EN SUELO ITALIANO / Los magistrados añaden que, encontrándose a bordo de una nave italiana, «los menores ya se encuentran en Italia» y que «las autoridades para la seguridad pública tienen que informar enseguida al tribunal de menores para que les pueda nombrar un tutor». La estocada final de la carta afirma que es «evidente que en este caso, estos derechos han sido eludidos».

Endulzando la píldora añade que «por otra parte se trata de sujetos eritreos, que pueden ser reubicados en otros países miembros» de la UE. Dado que Eritrea es una de las dictaduras más despiadadas de África, existe un acuerdo en la UE para admitirlos a todos.

El escritor Roberto Saviano, que habitualmente llama a Salvini «ministro de la mala vida» por sus políticas migratorias, dijo ayer de él: «Ha jurado sobre la Constitución y si la viola de una manera clara como está haciendo con el Diciotti, ya no se trata de política, sino de subversión, para la que existe la prisión».