Un sondeo del semanario Newsweek confirmó ayer el cambio de tendencia en la intención de voto de los estadounidenses propiciado por el primer debate entre el presidente de EEUU, el republicano George Bush, y el aspirante a desbancarle de la Casa Blanca, el demócrata John Kerry. Tras varios meses de llevar la voz cantante, Bush perdió la ventaja a causa de su pobre actuación en el cara a cara con Kerry del jueves pasado en Miami, según la encuesta que le sitúa ahora detrás del rival demócrata, al lograr el 46% de la intención de voto frente al 49%.

"En estos momentos, la oportunidad de que Kerry consolide la ventaja es muy real", opinó el especialista demócrata en sondeos Geoffrey Garin. El senador "ha abierto los ojos y los oídos del público a sus posturas, y en los próximos debates tiene que aprovechar esta oportunidad", añadió. Incluso en el bando republicano se vieron forzados a reconocer indirectamente el golpe sufrido por Bush en el debate. "La elección va a ser muy reñida", afirmó el gurú político del presidente, Karl Rove, en una declaración menos triunfalista que antes del duelo.

OTROS TEMAS El "drástico cambio psicológico producido por el debate en la carrera presidencial", como lo presentó ayer The Washington Post en la primera página, ha determinado ya un cambio de estrategia en la campaña de Kerry. El candidato demócrata ha movido el frente de la guerra a otro de sus puntos fuertes, la economía, tras su victoria neta en el terreno de la seguridad y la política exterior, que centró el debate de Miami. El 61% de los votantes le concedieron el triunfo en el cara a cara frente al 19% de ellos que se lo dieron a Bush, según Newsweek .

De entrada, su campaña lanzará una ofensiva de anuncios en televisión en 15 estados, que tienen un coste de 7,7 millones de dólares (6,36 millones de euros). En ellos, criticará la gestión económica de Bush. "Atacaremos agresivamente en los temas nacionales", explicó al Post el estratega de Kerry, Tad Devine. Esos temas centrarán el segundo de los tres debates entre los dos rivales, que tendrá lugar el viernes en Saint Louis (Misuri). Kerry tendrá entonces la ocasión de presentarse como el paladín de la clase media, cuando los estadounidenses soportan ingentes subidas de los costes de sanidad y de educación y una pérdida neta de casi un millón de empleos bajo el mandato de Bush.

LA SORPRESA La incipiente recuperación de Kerry ha movido también a sus correligionarios a tratar de proteger todos los flancos. Por ello, advirtieron de una posible "sorpresa de octubre", como la captura de Osama bin Laden, que incline la balanza a favor del presidente.