John Kerry, favorito para lograr la candidatura demócrata para disputar la Casa Blanca a George Bush en noviembre, tratará hoy de darle el golpe de gracia a su rival, el senador por Carolina del Norte, John Edwards, en el llamado supermartes . Hoy se celebran 10 primarias de forma simultánea en otros tantos estados repartidos por toda la nación, con 1.151 delegados en juego, más de la mitad de los necesarios para ser nombrado candidato demócrata.

Aunque parte como favorito en todas las elecciones de hoy, que incluyen los importantes estados de Nueva York y California, el senador por Massachusetts no bajó la guardia. "Estoy peleando por la nominación como candidato, y mi lucha seguirá más allá del martes, en cada estado", declaró a la televisión de Boston WBZ, antes de partir hacia Ohio, uno de los estados que celebran primarias.

El veterano senador tiene ya 754 delegados de los 2.162 necesarios para ser nombrado candidato en la convención nacional que el Partido Demócrata celebrará el próximo julio en Boston. Por eso, ayer ignoró a su rival demócrata, que sólo cuenta con 220 delegados, y se centró en atacar al republicano Bush, a quien acusó de haber gestionado tan mal la crisis de Irak que "ha creado terroristas donde no había ninguno".

Kerry adoptó el tono populista de Edwards al arremeter también contra la gestión económica del presidente, a quien culpó por la pérdida de casi tres millones de puestos de trabajo en otros tantos años.

Entretanto, Edwards se volcó a la desesperada en Georgia, Ohio y Minnesota, los únicos estados donde la ventaja de Kerry era ayer menor.