A tan sólo cinco días de su nombramiento oficial como candidato demócrata a la Casa Blanca, el senador John Kerry eludió ayer atacar a su rival, el presidente Bush, y optó por un mensaje optimista sobre EEUU, en las paradas de la caravana electoral con la que inició el viernes su viaje a Boston. En esta ciudad, será elegido el jueves para disputar la presidencia a Bush.

"Vamos a recordar a la gente que lo que cuenta no es lo que nos divide, sino lo que nos une", recalcó Kerry. Junto a su familia y su número dos, el senador John Edwards, el candidato demócrata destacó los valores que defiende su programa: "fe y familia, fuerza y servicio, responsabilidad y oportunidad".

La tarea de enseñarle los dientes al presidente Bush quedó para Edwards, el sureño elegido por Kerry para competir por la vicepresidencia. "Cuando John Kerry sea comandante en jefe de los estadounidenses, liderará el mundo, pero no actuará como un matón", arremetió Edwards el viernes en una clara puya contra el presidente Bush, cuyo unilateralismo en política exterior ha logrado alienar a los principales aliados europeos de EEUU.