Con dos victorias más en su haber sobre sus rivales demócratas, en los caucuses celebrados el sábado en Nevada y el Distrito de Columbia, el senador John Kerry siguió ayer imparable su camino hacia la candidatura demócrata para disputar la Casa Blanca al republicano George Bush en noviembre. Su siguiente prueba tendrá lugar mañana en las primarias de Wisconsin, casi una formalidad para Kerry que lidera los sondeos en ese estado. Esto es una prueba adicional de que los votantes demócratas están decididos este año a apoyar unánimemente a su candidato para reforzar sus posibilidades de derrotar al presidente Bush.

"El presidente ha conseguido unificar a este partido", ironizó el propio Kerry el sábado, tras sus dos nuevos triunfos, en total 14 de las 16 consultas celebradas. En Nevada, el senador logró el 63% de los sufragios, mientras que en el Distrito de Columbia, donde está la capital federal, Washington, cosechó el 47%.

OBJETIVO COMUN "Estos resultados demuestran que nuestra campaña está uniendo en un propósito común a estadounidenses de diferentes partes del país y de diferentes estratos", interpretó Kerry. Tal propósito se centra en arrebatarle a Bush la Casa Blanca, por lo que éste ha lanzado una agresiva campaña para desacreditar a su casi seguro rival.

"En lugar de atacar a los problemas del país, nuestros oponentes inician el ataque político", respondió el sábado Kerry, a quien los asesores de Bush intentan pintar como un político corrupto y vendido a intereses varios.