El candidato demócrata a la Casa Blanca, John Kerry, elevó ayer el tono y la agresividad de sus acusaciones contra el presidente, George Bush, y el vicepresidente, Dick Cheney, y arremetió contra el talón de Aquiles del tándem republicano, la invasión de Irak. "Está claro que han gestionado mal todos los aspectos de la guerra en Irak", indicó, antes de denunciar frontalmente el favoritismo del que se ha beneficiado Halliburton, la empresa que dirigió Cheney y que se ha embolsado millones de dólares en contratos para la reconstrucción.

Kerry se lanzó contra el vicepresidente republicano, al que acusó de haber "continuado recibiendo dinero de su antigua empresa", a pesar de que Cheney siempre lo ha negado. El aspirante demócrata cifró en 2 millones de dólares (1,6 millones de euros) estas compensaciones, ingresadas después de que en el año 2000 Cheney saliera de Halliburton para competir por la Casa Blanca al lado de Bush. El actual vicepresidente llevaba entonces cinco años como director ejecutivo de la poderosa empresa tejana de servicios petroleros.

"La antigua empresa de Dick Cheney, Halliburton, se ha beneficiado del lío de Irak a expensas de las tropas y los contribuyentes de EEUU", clamó Kerry, resaltando cómo la compañía "se ha volcado en inflar de forma general los precios de los contratos que ha obtenido a dedo".

INDIGNACION CONSERVADORA Estas duras afirmaciones de Kerry tendrán mayor eco porque figuran en un nuevo anuncio para televisión que se emitirá la semana próxima. En él Cheney afirma: "No tengo intereses financieros en Halliburton, ni los he tenido desde hace tres años".

Los asesores de Bush y Cheney reaccionaron a la puya de Kerry. "Es un ataque tan deshonesto que corta la respiración", manifestó el portavoz Steve Schmidt, que subrayó que las acusaciones "tienen tanto de verdad como la novela de Kitty Kelly". Schmidt aludía a la escandalosa biografía sobre los Bush que ha salido a la venta.

El borrador del informe sobre los arsenales de Sadam antes de la invasión, que ayer reveló The New York Times , le dará a Kerry más metralla. En él, Charles Duelfer, jefe de inspectores de armas de EEUU, reconoce que no se han hallado las armas de destrucción masiva que Bush usó como argumento para ordenar la guerra.