Kiev denunció este lunes la concentración de blindados rusos en la frontera ruso-ucraniana, tanto a la altura de la región de Lugansk, en el conflictivo este de Ucrania, como en la península de Crimea, anexionada por Moscú el pasado mes de marzo.

"Cien blindados de las Fuerzas Armadas de Rusia llegaron en tren a la estación ferroviaria de Otvázhnoe, en la región de Rostov. Esa columna partió hacia Novoshajtinsk", localidad rusa en la frontera con la región ucraniana de Lugansk, denunció el portavoz del Comité de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania, Andréi Lisenko.

Según Lisenko, las tropas rusas también incrementaron la presencia de sus blindados en una estrecha lengua de tierra que separa Crimea del resto del territorio de Ucrania, a la altura de la localidad ucraniana de Strelkóvoe, en la región de Jersón.

Además, dijo que el Consejo de Seguridad Nacional ucraniano dispone de datos que indican que los militares rusos están minando las aguas territoriales de Crimea en el mar de Azov, consideradas ucranianas por Kiev y por la mayor parte de la comunidad internacional. "Esas aguas son las que rodean las plataformas de extracción de gas. Dos lanchas rusas cubren los trabajos de minado", señaló Lisenko.

La presunta concentración de las tropas rusas en la frontera coincide con la llegada a Ucrania de los expertos internacionales que deberán investigar las circunstancias de la caída el jueves del Boeing 777 malasio, presuntamente derribado con 298 pasajeros a bordo en una zona controlada por los separatistas prorrusos.

Ucrania y parte de la comunidad internacional, con Occidente a la cabeza, han cargado estos días contra Rusia por el apoyo que presta a los separatistas prorrusos que actúan en el este de Ucrania, sospechosos a su vez de estar implicados en el presunto derribo del avión malasio.