La escalada de tensión retórica entre Corea del Norte y Estados Unidos sigue sumando capítulos y reduciendo cada vez más el margen de esperanza de evitar un conflicto que no sea solo verbal. Este lunes, en Nueva York, el ministro de Asuntos Exteriores de Kim Jong-un, Ri Yong-ho, ha definido recientes comentarios del presidente estadounidense, Donald Trump, de "declaración de guerra". Y, a través del canciller, Pionyang se ha arrogado "todo el derecho de tomar medidas en respuesta", entre las que el Ri ha mencionado "el derecho de derribar bombarderos estratégicos de EEUU incluso cuando no están dentro del espacio aéreo delimitado de nuestro país".

El sábado bombarderos B-1B y cazas F-15C de la Fuerza Aérea estadounidense volaron cerca de la costa norcoreana sobre aguas al norte de la zona desmilitarizada que separa las dos Coreas. Se trata de la incursión más al norte en la península que EEUU ha realizado en el siglo XXI, según ha reconocido el Pentágono. Y las declaraciones de Ri ponen directamente a futuros vuelos similares en la diana.

El propio Kim Jong-un ya había acusado a Trump de realizar "la más feroz declaración de guerra de la historia" en el discurso que el mandatario estadounidense dio el pasado martes ante la Asamblea de Naciones Unidas, en el que Trump olvidó cualquier tono diplomático al mostrarse dispuesto a "destruir totalmente" Corea del Norte. Y Ri ha sumado a las lista de provocaciones palabras que Trump lanzó el fin de semana, cuando en Twitter dijo que los líderes coreanos "no estarán alrededor mucho más tiempo".

"Dado que esto viene de alguien que ocupa la presidencia de EEUU es claramente una declaración de guerra", ha dicho el ministro coreano, que en su intervención ante la ONU el sábado desveló que Pionyang estaba contemplando la detonación de una bomba de hidrógeno en el Pacífico.

Las amenazas de acciones miliates por ambas partes y nuevas pruebas nucleares por parte de Corea del Norte disparan el riesgo real de confrontación, más allá de los cruces de insultos. Y ha habido una auténtico diluvio de descalificaciones. Trump en la ONU volvió a denostar a Kim Jong-un como "rocket man" (hombre cohete), y luego rebajó aún más el calificativo al hablar de “hombrecillo”. Kim, por su parte, ha llamado al líder estadounidense "viejo chocho", "mafioso encantado de jugar con fuego" y "perro asustado".