El líder norcoreano, Kim Jong-un, cree que la situación en la península coreana depende de la "actitud" de Estados Unidos, acusó a este país de "mala fe" y dijo que su régimen está preparado para cualquier "situación posible".

Los comentarios fueron hechos en la reunión que tuvo Kim con el presidente ruso, Vladimir Putin y reproducidos por la agencia norcoreana KCNA. Kim no hizo declaraciones al final de esa cumbre con Putin, en la ciudad rusa de Vladivostok.

"La situación en la península de Corea y la región está ahora estancada y ha llegado a un punto crítico, donde podría volver a su estado original debido a que Estados Unidos adoptó una actitud unilateral de mala fe durante la segunda cumbre", manifestó, según ha informado la agencia estatal norcoreana de noticias, KCNA.

LA REUNIÓN CON PUTIN

La agencia indicó que tanto Rusia como Corea del Norte han acordado tomar medidas positivas en varios campos para incrementar la cooperación a nivel de comercio, economía, ciencia y tecnología, tal y como ha recogido la agencia de noticias Reuters.

Tanto Putin como Kim han hecho un balance positivo de la cumbre que han mantenido en la isla de Russki, cerca de Vladivostok. El encuentro principal entre los dos mandatarios se ha prolongado durante casi dos horas, antes de que el formato se ampliara con las respectivas delegaciones.

La cumbre en la isla de Russki, celebrada en el campus de la Universidad Federal del Lejano Oriente, ha sido la primera que mantiene el líder norcoreano con un presidente ruso y llega después de que Kim se haya reunido en tres ocasiones en los últimos doce meses con el presidente de Corea del Sur, Moon Jae In, y en dos con el presidente estadounidense, Donald Trump.