El líder de Corea del Norte, Kim Jong-un, ha sido reelegido presidente del máximo órgano político de su país en una importante reunión parlamentaria, en la que miembros del equipo que gestiona las conversaciones con Estados Unidos también fueron designados miembros del mismo.

Como era de esperar, Kim fue reelegido presidente de la Comisión de Asuntos Estatales durante la sesión inaugural de la nueva legislatura de la Asamblea Popular Suprema, informaron medios norcoreanos. Kim Jong-un fue elegido por primera vez presidente de esta comisión en junio de 2016, cuando originalmente se creó este órgano.

APOYO TOTAL

A su vez, Kim Jae-ryong, alto funcionario del partido único, fue nombrado primer ministro en sustitución de Pak Pong-ju, según la agencia de noticias KCNA. Choe Ryong-hae, que durante los primeros años de mandato de Kim Jong-un llegó a ser considerado número dos del régimen, sustituye al veterano Kim Yong-nam, de 91 años, como presidente honorífico, un cargo que había ocupado desde 1998.

El principal delegado del equipo negociador con los EEUU y uno de los responsables de la inteligencia norcoreana, Kim Yong-chol, mantuvo su cargo en la Comisión de Asuntos Estatales, al igual que sucedió con otra figura capital en las conversaciones sobre desnuclearización, el ministro de Asuntos Exteriores, Ri Yong-ho.

Algunos analistas habían apuntado a la posibilidad de que, tras el fracaso de la cumbre de Hanói, Kim Jong-un apostaría por renovar a algunos de estos representantes. Pero lejos de hacerlo, el mariscal los ha refrendado en sus cargos o apoyado su ascenso, como ha sucedido con la viceministra de Exteriores, Choe Son-hui, que en la reunión parlamentaria del jueves resultó elegida por primera vez miembro de la Comisión de Asuntos Estatales.

EL FRACASO DE HANÓI

El desacuerdo en Hanói giró en torno al número de activos armamentísticos norcoreanos a desmantelar (además del armamento nuclear, Washington abogó por que Pionyang desmantelase también misiles y armas químicas y biológicas) y al volumen de sanciones sobre el régimen que Estados Unidos aliviaría a modo de "medida correspondiente".

Washington consideró insuficiente lo ofrecido por Pionyang, que pidió el levantamiento de buena parte de las sanciones a cambio de inutilizar su centro de investigación nuclear de Yongbyon. La sesión parlamentaria norcoreana coincidió a su vez con la cumbre que celebraron en Washington el presidente surcoreano, Moon Jae-in, y su homólogo estadounidense, Donald Trump, en la que subrayaron la necesidad de mantener vivo el diálogo pese al tropiezo en Hanói.