Rusia ofreció ayer un respaldo sin fisuras a Irán en su pulso con Occidente por la continuidad del pacto nuclear. El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, hizo recaer por completo en la Administración de Donald Trump la responsabilidad de la posible ruptura del acuerdo del 2015, y dio a entender que Teherán se ha visto obligado a reaccionar tras haber advertido de forma reiterada de las «consecuencias» de la retirada norteamericana.

«El presidente Putin ha advertido de forma repetida de las consecuencias de adoptar pasos irreflexivos respecto a Irán. Con ello quiero referirme a la decisión de Washington (de retirarse el pacto); ahora estamos viendo que estas consecuencias están comenzando a suceder», subrayó Peskov.

La víspera de la jornada, el Gobierno iraní había anunciado que se desdecía de algunos de sus compromisos para limitar su programa nuclear, en concreto que dejará de limitar sus reservas de agua pesada y de uranio enriquecido, y advirtió con nuevas medidas en el caso de que los países europeos, en el plazo de dos meses, no acaben con el aislamiento del sector local petrolero y bancario, siguiendo con los términos del pacto.

Coincidiendo con la escalada de tensión, el ministro de Exteriores iraní, Mohamed Javad Zarif, viajó a Moscú, donde se reunió con su homólogo ruso, Serguéi Lavrov. Recurriendo al Kremlin para recabar su apoyo, Teherán parece seguir el rastro de otros países o dirigentes internacionales cuyos tratos o relaciones con Washington se hallan bajo mínimos o han naufragado, como el líder norcoreano Kim Jong-un, que mantuvo recientemente una cumbre con el presidente Vladímir Putin en Vladivostok, o el propio líder venezolano, Nicolás Maduro, quien parece que podría visitar Rusia próximamente.

COMPROMISOS

Javad Zarif aseguró en la capital rusa que el acuerdo nuclear sobrevivirá solo si Europa cumple con sus «compromisos» en un plazo de dos meses. «Rusia y China han cumplido con sus obligaciones, pero otras partes, incluyendo los europeos, no», denunció Zarif. A su lado, Lavrov asentía y exhortaba a Alemania, Francia y Gran Bretaña a dar respuesta a las exigencias iranís antes del plazo fijado.

Es «vital» que se permita al régimen de Irán exportar crudo, manifestó Lavrov, quien aprovechó la ocasión para denunciar las tentativas de Washington de impedir que el país persa comercie con los hidrocarburos, su principal riqueza.