Conocida como la Almodóvar tailandesa por la temática y el colorido de sus películas, la cineasta Tawarin Sukkhapisit se ha convertido en la primera transexual que se presenta como candidata al Parlamento de Tailandia de cara a las elecciones del próximo 24 de marzo.

Tawarin figura en la lista electoral del partido emergente Anakot Mai (Nuevo Futuro), fundado hace tan solo un año como una fuerza progresista, para hacer frente al poder de los militares que gobiernan el país desde el golpe de Estado de 2014.

La popularidad de Anakot Mai no ha hecho más que crecer, sobre todo entre el electorado más joven. "El lema del partido es 'todos somos iguales' y eso me atrajo. Después vine a hablar con la gente y acabé estando entre las diez primeras candidatas del partido, lo que garantiza que estaré en el Parlamento", cuenta Tawarin.

La cineasta fue la primera transexual en registrarse como candidata, pero no es la única que concurre en estas elecciones, en las que hay incluso una candidata a primera ministra, Pauline Ngarmpring, del minoritario Partido Mahachon.

LEGALIZACIÓN DEL MATRIMONIO GAY

Entre los planes de Tawarin y su partido está la legalización del matrimonio entre personas del mismo sexo, después de que la junta militar que gobierna el país aprobase las uniones como parejas de hecho entre homosexuales el pasado mes de diciembre, una medida que la candidata considera insuficiente.

"La ley de parejas de hecho no es igualitaria, quiero cambiar la ley que define el matrimonio como 'la unión entre un hombre y una mujer' por 'la unión entre dos personas. Antes de cambiar cualquier ley hay que consultar a la gente, pero ¿qué problema puede haber si el matrimonio igualitario no quita ningún derecho a nadie?", explica la cineasta.

POLÍTICA A TRAVÉS DEL CINE

Tawarin saltó a la fama en 2010 cuando su película Insects in the Backyard (Insectos en el patio trasero), que relata la historia de una transexual -interpretada por la propia Tawarin- y sus dos hijos, fuera prohibida por la censura, si bien siete años después consiguió proyectarla tras recortar una breve escena.

"No he abandonado mi carrera como productora y directora y no la separo de la política, que siempre me ha interesado. Mis películas siempre han sido políticas, porque hablan de la diversidad sexual y ese es un tema político," asevera Tawarin.

Tailandia es conocida por su relativa tolerancia hacia la transexualidad y la comunidad LGBT pero, según Tawarin, la sociedad de su país no está libre de prejuicios. "Es cierto que en Tailandia no hay violencia contra los colectivos LGBT, pero la gente no acaba de entender o aceptar la igualdad, solo se acepta a la gente LGBT que no son miembros de su familia," explica.

"Mi lucha no se limita a llegar al Parlamento, mi objetivo es que las siglas LGBT no sean necesarias, porque todo el mundo llegue a ver la diversidad sexual como algo normal y no se juzgue a nadie por su orientación sexual," sentencia Tawarin.

ELECCIONES A LA VISTA

El país lleva más de una década sumido en un conflicto político entre los partidarios del ex primer ministro exiliado Thaksin Shinawatra, depuesto en un golpe de Estado en 2006 -que han ganado todas las elecciones convocadas desde 2001- y las élites monárquicas de la capital, que cuentan con el apoyo del Ejército.

Tawarin sostiene que ninguno de los dos bandos ha apoyado a la comunidad LGBT, pero cree que eso podría cambiar en las próximas elecciones, ya que todos los partidos quieren obtener sus votos.

La cineasta es consciente las limitaciones del sistema electoral y político diseñado por los militares, dado que los 250 miembros del Senado, que han de nombrar al primer ministro junto a los 500 miembros electos del Parlamento, están elegidos a dedo por los militares, y el poder del Ejército planea sobre todo el proceso.

"Estas elecciones no son totalmente democráticas, pero nos brindan la oportunidad de mostrar que la sociedad tailandesa ya no aguanta más la opresión, son la única oportunidad que tenemos," afirma Tawarin.