EL PARTIDO Laborista está pagando cara la política del Gobierno del primer ministro Tony Blair en Irak. Y no sólo se resiente en las encuestas de intención de voto, ya que, además, su número de afiliados descendió en 25.000 durante los últimos meses, situándose en 190.000, la cifra más baja desde el año 1930. Cuando Tony Blair llegó al poder en 1997, el partido tenía oficialmente más de 400.000 afiliados y anunció su intención de llegar al millón.