Lava Jato, el proceso contra la corrupción más importante de la historia de Brasil, volvió a escena con decenas de arrestos y allanamientos de miembros de una red de venta de crudo al exterior, que según un fiscal federal, sería la punta de un "iceberg" con derivaciones imprevisibles capaces de reactivar el escándalo a poco de la asunción de Jair Bolsonaro.

Más de cien agentes de la Policía Federal fueron movilizados en los estados de Río de Janeiro y Paraná con once órdenes de arresto, entre ellas la de Emir Chaves Neto que es el director de la empresa de transporte marítimo Seaview Shipping Trading Ltd, vinculado al diplomático griego Konstantino Kotronakis.

TODO COMENZÓ CON SERGIO MORO

Esta fue la fase 57 de la causa Lava Jato, iniciada en marzo de 2014 por el exjuez Sergio Moro, recientemente designado como "superministro" de Justicia y Seguridad Pública por el presidente electo.

El Operativo "Sin Límites", iniciado la mañana del martes pasado dio continuidad a otro realizado el año pasado que investigó al excónsul griego en Río de Janeiro, Kotronakis, a quien se le prohibió salir de Brasil. Este fue uno de los primeros operativos realizados tras la renuncia de Moro al cargo de juez federal de la 13 sala primera instancia de Curitiba, capital de Paraná.

Desde allí el magistrado procesó, condenó y encarceló a personajes políticos clave de la historia reciente como el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores (PT), que desde abril cumple una pena de doce años. También fueron a prisión los propietarios de las empresas constructoras más importantes y ejecutivos de Petrobras sobornados con decenas de millones de dólares.

La así llamada "Fuerza de Tareas de Lava Jato" tuvo como líder a Moro que estuvo secundado por el procurador Deltan Dallagnol y un equipo de comisarios federales, algunos de los cuales fueron designados en cargos del Ministerio de Justicia y Seguridad.

NUEVA ETAPA DEL PROCESO

En esta nueva etapa de Lava Jato, sostuvo Dallagnol, hay elementos suficientes como para afirmar que ha surgido la "punta" de "un nuevo gran iceberg". Según el procurador, conocido por su intransigencia contra la corrupción, las pruebas obtenidas por la Policía Federal indicarían que las confesiones de algunos "arrepentidos" ocultaron un capítulo del caso denominado como "Petrolao".

En la misma línea se pronunció el comisario Filipe Hille Pace, durante una conferencia de prensa en Curitiba, donde brindó detalles de las diligencias realizadas y apuntó igual que Dallagnol, al exejecutivo de Petrobras Paulo Roberto Costa, uno de los "arrepentidos" más famosos cuyas confesiones permitieron reconstruir el dispositivo mafioso montado en perjuicio de la empresa.

Gracias a su delación premiada, Costa recibió una reducción de la condena lo cual posibilitó su excarcelación. El comisario Pace consideró "curioso" que en la extensa confesión de sobornos y contratos amañados, Costa haya omitido toda referencia a la cadena de corrupción descubierta sobre la comercialización ilícita de petróleo.