Libia y los familiares de las 170 personas fallecidas en el atentado del avión de la UTA, en 1989, firmaron ayer en París un acuerdo de indemnización, que prevé la entrega por parte de Trípoli de un millón de dólares (781.250 euros, casi 130 millones de pesetas) por víctima. Este pacto abre la vía para normalizar las relaciones entre Francia y Libia.

El acuerdo, que París esperaba desde hace varios meses, fue anunciado ayer por Saif al Islam, hijo del dirigente libio, Muamar Gadafi, y coincide con la visita a la capital francesa del ministro de Exteriores libio, Abdelrraman Chalgham. La rúbrica del pacto se produce casi 15 años después de que el DC-10 de UTA explotó cuando sobrevolaba el desierto de Níger. Hace cinco años, un tribunal francés juzgó y condenó en rebeldía a cadena perpetua a seis agentes libios, entre los que figuraba un cuñado de Gadafi, reconocidos culpables del atentado.

"SALVAR EL HONOR" A la firma del acuerdo asistieron los representantes de 11 familias francesas y africanas. Un portavoz del colectivo señaló: "El dinero no nos devolverá a nuestros hijos, pero nos permite salvar el honor". El documento fue rubricado en un bufete de abogados de París por el director de la Fundación Gadafi, Abdu Salam, portavoces y abogados del colectivo de familiares y de SOS Atentats, un notario y un representante del banco que certificó un cheque en euros, por valor de 42,5 millones de dólares. Este fue el primero de los cuatro pagos previstos por el compromiso, que afecta a las familias de todas las víctimas.

Según el portavoz de las familias, el acuerdo no establece ningún tipo de contrapartidas. SOS Atentats había prometido retirar su denuncia contra Gadafi en el Tribunal Europeo de Derechos Humanos en caso de acuerdo.

El origen de los fondos es desconocido. El hijo del líder libio, que a través la Fundación Gadafi negoció con las familias, ya no habla de imponer una controvertida "tasa" a las firmas francesas que operan en Libia para pagar la indemnización.