El líder de los radicales shiís, el clérigo Moktada al Sadr, respondió ayer con amenazas a la intención de la coalición de cumplir la orden de detención que pesa sobre él por un presunto asesinato. Tras tres días de revuelta y un recuento de 126 iraquís y 20 militares de la coalición muertos, Sadr dejó bien claro que las protestas continuarán y que no negociará "a menos que la coalición se retire de las zonas pobladas y libere a los prisioneros".

Los miembros del Ejército del Mehdi, milicia creada por Sadr, siguieron avivando la revuelta, que se extendía prácticamente a todo el país. Aunque para el virrey de EEUU, Paul Bremer, sólo se trata de una "milicia ilegal, no de una insurrección".

Un portavoz de Sadr leyó un comunicado del líder radical shií en una rueda de prensa en Nayaf. "Esta insurrección demuestra que el pueblo iraquí no está satisfecho con la ocupación y que no aceptará la represión", dijo. "Dirijo mis palabras contra el gran mal, Bush, y le pregunto: ¿quién está contra la democracia, el que aboga por una resistencia pacífica o el que bombardea un país y derrama sangre?", escribió en su carta Sadr. El clérigo dejó ayer la mezquita de Kufa, en la que se refugió el lunes, y regresó a Nayaf, que se encuentra bajo el control de sus milicias.

ENFRENTAMIENTOS SANGRIENTOS Estos enfrentamientos entre los shiís radicales y las tropas ocupantes son los más sangrientos desde el derrocamiento de Sadam Husein, el 9 de abril del 2003. En Nasiriya, que ayer concentró el grueso de los disturbios del país, una quincena de iraquís murieron y 12 militares italianos resultaron heridos, según informaron fuentes de la coalición. Las fuerzas británicas también se enfrentaron a los partidarios de Sadr en Amara, cerca de Nasiriya, donde se registraron dos docenas de muertos en los últimos días.

Basora, la gran ciudad shií del sur de Irak, pasó a estar controlada por la policía iraquí, tras un acuerdo entre los partidarios de Sadr y la coalición. Otra ciudad que también ha pasado a ser feudo del Ejército del Mehdi es Kut, donde la milicia y la policía iraquí asumieron a medias el control. Los choques continuaron en el barrio bagdadí de Sadr City.

En la ciudad santa shií de Kerbala, la base búlgara fue atacada en la madrugada del martes. No hubo víctimas. El comandante del batallón búlgaro, Petko Lilov, explicó que "la mayoría de las comisarías de la localidad, a excepción de la central protegida por los búlgaros, está en manos de las milicias religiosas".

BATALLA EN RAMADI Los enfrentamientos no se limitaron a las zonas shiís. En la ciudad de Ramadi, un bastión de la resistencia en pleno triángulo suní, los insurgentes se enzarzaron anoche en una batalla a gran escala con las tropas de EEUU. Según informaciones del Pentágono citadas por la cadena CNN, al menos 12 marines estadounidenses murieron en la refriega, así como un número indeterminado de iraquís. Horas antes, otros siete soldados de EEUU habían perdido la vida en Irak, cuatro de ellos en Faluya.