Cuatro nuevas fosas comunes con restos humanos han sido localizadas este jueves en los alrededores de Iguala, la localidad del Estado mexicano de Guerrero donde 43 estudiantes de magisterio fueron secuestrados y hechos desaparecer por policías municipales y narcotraficantes. Por el momento, se desconoce la cifra de cadáveres que hay en esos nuevos emplazamientos. El domingo ya se localizaron 28 cadáveres de los jóvenes que habían sido quemados antes de ser sepultados.

El descubrimiento se produce cuando se multiplican las manifestaciones e incluso huelgas por todo México en protesta por el asesinato de esos jóvenes, que fueron secuestrados por los policías durante una manifestación estudiantil en Iguala. Las Investigaciones de la Procuraduría (Fiscalía) de la República señalan que los jóvenes han sido víctimas de una siniestra alianza entre al alcade de Iguala, que se encuentra en paradero desconocido, sus fuerzas policías y el cártel de narcotraficantes Guerreros Unidos.

Busca y captura

Por el momento, las autoridades han detenido a 34 personas, la mayor parte de ellas miembros de la policía local de Iguala. Las autoridades han dictado una orden de busca y captura sobre el alcalde de la localidad, José Luis Abarca Velázquez, así como sobre su mujer y el jefe de seguridad del ayuntamiento.