Son estadounidenses, demócratas, residen temporalmente en Zaragoza y viven con enorme asombro y desilusión la reelección de George W. Bush como presidente. Jonathan Camacho, 20 años y estudiante de Ciencias Políticas; Leanne Cronin, 21 años y estudiante de Psicología; Guy Palmer, 49 años y profesor de Inmunología en la Washington State University; y Diane Palmer, 51 años y profesora de Educación Física. Sus votos por correo no han servido de mucho.

--¿Por qué Kerry y no Bush?

G. P.: La elección de Bush es una tragedia. La campaña estuvo llena de mentiras, como las acusaciones a Kerry por su servicio en Vietnam, que fueron utilizadas por los republicanos para crear confusión. Bush no tiene experiencia en los ámbitos empresarial, militar, social o internacional.

D. P.: El cambio era vital, porque Bush mintió sobre Irak, sobre las armas de destrucción masiva y utilizó el 11-S para crear una sensación de miedo en la opinión pública que ha usado a su favor.

J. C.: Bush ha cometido errores. Y los resultados reflejan una división en la población de Estados Unidos.

L. C.: Kerry ha demostrado una mayor preocupación por los conflictos sociales. Y estamos cansados de los problemas de la guerra.

--Inicialmente se creyó que la masiva afluencia de votantes conllevaría un cambio. Pero no ha sido así. ¿Sorpresa?

J. C.: Quizás haya imperado esa teoría de que más vale lo malo conocido que lo bueno por conocer...

L. C.: Todo el país sabe cómo es Bush, pero no cómo es John Kerry...

G. P.: Yo creí que esa movilización también traería la victoria demócrata. Pero gran parte de quienes apoyan a Bush no saben nada sobre lo que sucede dentro y fuera del país. Y prefieren vivir en la ignorancia más abosoluta.

D. P.: El problema es que muchos no ponen atención sobre hechos como la muerte de más de 100.000 iraquís y de miles de soldados.

--¿Temen un mayor rechazo internacional hacia su país?

J. C.: Es posible que suceda. La amenaza del terrorismo exige más diplomacia. Y a Bush no le interesa.

L. C.: Espero que no se produzca esa corriente. El problema es que Bush cree que Estados Unidos es el ombligo del mundo, pero no es así.

D. P.: Muchos países no comprenderán cómo se le ha vuelto a elegir con todo el daño que ha causado. Nosotros tampoco lo entendemos.

G. P.: No creo que haya más ataques terroristas a corto plazo. Pero si se tomara más en serio algunos conflictos como el de Oriente Medio, sí se reduciría a largo plazo el daño terrorista.

--¿Cambiará Bush su actitud hacia los países europeos que le plantaron cara con Irak?

J. C.: Sabe que debe hacerlo. Si no actúa, todo irá a peor.

L. C.: No lo sé, pero sí necesita una mentalidad más abierta.

G. P.: No creo. Pero también veo necesario que Europa hable más fuerte con una sola voz.

D. P.: No. La filosofía y los pesos pesados republicanos son tan arrogantes como él.