Angela Merkel afirmó ayer que la caída del muro de Berlín hace 25 años es una demostración de que «los sueños pueden hacerse realidad» y que las cosas se pueden cambiar «a mejor». «Nada tiene por qué permanecer tal como está», dijo la cancillera. La jefa del Gobierno alemán pronunció estas palabras durante uno de los actos centrales de conmemoración de la apertura de la frontera que separaba las dos Alemanias.

La ceremonia se desarrolló en el centro conmemorativo del muro, situado en Bernauer Strasse, en el barrio oriental berlinés de Prenzlauer Berg. Esta calle simboliza como pocas la división de la ciudad; algunas casas fueron tapiadas ya que, desde las ventanas se podía acceder a la parte occidental. En agosto de 1961, cuando el régimen totalitario de la RDA inició la construcción del muro, varios ciudadanos saltaron a la calle para escapar a Occidente. Ida Siekmann, una mujer de 58 años, lo intentó pero murió en la caída. Fue la primera víctima mortal de las 138 que se calcula que fallecieron al intentar traspasar el muro. Una placa recuerda a Ida Siekmann en la misma Bernauer Strasse.

Merkel la recordó y a las otras víctimas: «El día de la libertad es también un día de conmemoración para las víctimas». La cancillera pidió aprender de las lecciones del pasado para derribar otros muros. «Más muros pueden ser demolidos, -dijo- muros de la dictadura, de la violencia, de las ideologías, de las hostilidades».

La cancillera quiso dirigir el «mensaje de confianza», tanto a Alemania como al resto de Europa y del mundo y «en estos días, especialmente a la gente en Ucrania, Siria, e Irak y en muchas otras regiones del planeta donde la libertad y los derechos humanos están siendo amenazados e incluso pisoteados».

GORBACHOV Y WALESA

El último presidente de la URSS, Mijail Gorbachov, que en los últimos años de la RDA se convirtió en la esperanza de cambio para los alemanes orientales, fue vitoreado ayer cuando después de las siete de la tarde subió al escenario instalado junto a la Puerta de Brandeburgo, junto al exdirigente polaco Lech Walessa. En las protestas ciudadanas de finales de los 80, los manifestantes coreaban Gorby, Gorby. Ayer se repitió el mismo grito. El alcalde de la ciudad, Klaus Wowereit presentó a las dos personalidades que jugaron un papel decisivo en el final del régimen de la RDA.

Los berlineses han celebrado con entusiasmo el aniversario de la caída del muro. En el centro de la ciudad se ha incrementado el número de visitantes este fin de semana, cuando se esperaba un millón de personas para unirse a las celebraciones. En los alrededores de la Puerta de Brandeburgo tuvieron lugar las mayores aglomeraciones.

En el mismo lugar donde hace 25 años las imágenes de ciudadanos del Este encaramados en el muro dieron la vuelta al mundo, Peter Gabriel, interpretó la canción Heroes, que David Bowie compuso durante su estancia en Berlín en 1977. Pero uno de los momentos culminantes de la jornada fue cuando Daniel Baremboim inició la dirección de la Novena Sinfonía de Beethoven. El director argentino se encontraba en Berlín cuando el muro cayó y organizó un concierto con entradas gratuitas para los berlineses del Este.

Lugares emblemáticos, como el Checkpoint Charlie, estuvieron muy concurridos. Paneles informativos narran aquí la tensa situación de guerra fría que se vivió, especialmente durante la década de los 60 del siglo pasado; se exponen imágenes de los carros de combate soviéticos y estadounidenses que en octubre de 1961 estuvieron enfrentados durante horas hasta que se dio la orden de retirarse.

GLOBOS AL CIELO

Miles de globos iluminados simbolizaron la caída del muro de Berlín, ocurrida hace 25 años. La larga hilera de luces blancas fue instalada el viernes a lo largo de 15 kilómetros por donde transcurría el llamado Muro de la vergüenza, que separó la ciudad y a sus habitantes durante 28 años, como cruel símbolo de la Guerra Fría.

El acto era uno de los actos más atractivos del fin de semana. Pasadas las siete de la tarde, los globos iniciaron su ascenso. Fue a esta hora del jueves 9 de noviembre de 1989 cuando el portavoz gubernamental, Günter Schabowski anunció, ante los representantes de la prensa internacional, la entrada en vigor inmediata de la libertad de viaje para los ciudadanos de la RDA.